Mal momento

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Dicen que no siempre las personas llegan a tu vida en el orden correcto. A veces es un mal momento cuando llegan y hacen revolucionar tus sentimientos, poniéndote en crisis, y más si no hacen nada por provocar tales emociones que te recorren cuando estás frente a ella. 

Debe ser complicado si luchas contra lo que no sabes lo que es. No es tu intención que tus ojos sigan a esa persona; que bien sabes que es prohibida. No por ella, sino por ti. Tú no puedes tenerla, no puedes ofrecerle tu libertad, ya que no eres libre. 

Pasa el tiempo y tus ojos siempre la miran, intentas, lo sabes,  olvidarle. Pero tus ojos te traicionan, y ella lo sabe. Esa persona sabe de tu existencia, pero por azares del destino en su ignorancia de tu posición, te ayuda. Ella te rehuye, y aunque eso te molesta, es lo que agradeces. 

Ella, ya sabe que eras prohibido, tú no creo que sepas que la verdad ya llegó a sus oídos. Ahora, ella entiende tu raro actuar, tu raro mirar. Sólo ella y tú saben lo que ahí sucedió; pero no importa, al final tú no traicionaste a tu secreto y ella, no te culpa. 

Ahora que tus ojos están libres de observarla, de torturarte por que quieres algo que no puedes tener, debes saber que ella no te guarda rencor. Al final, ella también ya tiene su camino y todo quedó como un cuento sin príncipes ni princesas.

Ahí no hubo beso que rompiera el hechizo. No hubo castillo embrujado ni bestia a la que matar. Sólo fueron dos personas que se cruzaron en el momento incorrecto, y qué así como se vieron, siguieron sus caminos, sin llevar en ningún lado de su espíritu mancha alguna. 

Cosas de la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora