Lejano como el horizonte.

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¿Miedo? Tal vez sí, ta vez no. Quién sabe.  Aún no comprendo que es lo que pasa exactamente cuando algo o mejor dicho alguien comienza a inquitarme.

A veces creo que aún no es mi momento, veo a mi alrededor y solo veo mentiras plasmadas en un te quiero, sentir aquello que muchos buscan con desesperación pero que pocos son los afortunados de encontrar. El amor.

Dicen que tu mundo se ilumina cuando dentro de ti sabes que la persona que ahora toca tu mano es la correcta, "pero" cómo siempre esa pequeña palabra es la que hace dudar de todo aquello que se dice sentir, ¿Cómo saber que en realidad es la correcta? ¿Cómo saber que después de unas semanas no comenzarás a llamar el amor de tu vida a otro u otra? ¿Cómo saber que si aquel a quién elegiste es el indicado para compartir los más profundos secretos que tu alma guarda celosamente?

No es posible, no cuando ni tu misma sabes que es lo que buscas, al menos en mi caso. En ocasiones me veo anhelando todo aquello, en otras simplemente no quiero que suceda.

Amar es sinónimo de dolor...y ese es precisamente mi más grande temor. Amar es mantener tu vida en cautiverio, sentirse sola y sin fuerzas cuando esa persona está lejos o no corresponde tus sentimientos. Sé que muchos van a estar en contra, pero al menos yo lo veo así.

El verdadero amor está dentro de un libro, en las líneas de un poema o en la estrofa de una canción, ese amor que me hace soñar con infinitas galaxias. El amor es como querer tocar una estrella, lejana como el horizonte.

Anhelando algo que muchos dicen sentir pero que su poca durabilidad me hace pensar que en realidad es un cuento de hadas. Antes creía que los principes eran sapos, luego que eran malotes con buen corazón, después modelos de portada con mil personalidades, pero lo único que queda al final es el vacío que deja cuando se te pasa la fase de idiota momentánea.

Si es verdad que existe y no es un cuento, una fábula inventada para llenar el vacío de personas que como yo sabe lo que es la indeseada soledad, le reto a demostrarme que vale la pena luchar por ese sentimiento.

Pero ahí viene lo malo, para mí el amor es efímero, nunca está quieto y nunca se queda para hacerme compañía. Yo sé qué es resignarse a no tener el amor de quién se anhela con toda el alma. Ese desgarrador sentimiento que destruye todo lo eres y te hace ser alguien que prefiere no sentir a ser nuevamente destruida.

Hay diferentes tipos de amor, pero todos son tan intensos como un volcán en plena erupción. Yo quise y anhele el más puro de todos ellos, pero la vida me lo negó y fue duro crecer sin tenerlo, agachar la cabeza y esconder en lo más profundo de mi alma el dolor más grande que sin pedirlo marco mi vida. Ahora ya no siento nada de aquello, mi alma está congelada y mi corazón enterrado en la profundidad de mi ser.

Querido amor, eres efímero como la fragancia de una rosa, lejano como el horizonte y anhelado por aquellos que necesitan saber que al menos tú vales la pena en este mundo lleno de dolor y soledad, un mundo donde estoy sumergida desde que supe que tenía corazón...

Cosas de la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora