No hay peor sensación que despertarte desnudo en una cama de una habitación desconocida y con un dolor horrible de cabeza, incluso de trasero, y la garganta seca. Todo eso, y más detalles, sólo te hacen pensar en una pregunta: «¿qué mierda pasó ayer?». Oh, sí, algo así como la película, pero no tan genial seguramente.
Kellin abrió los ojos, volviéndolos a cerrar segundos después gracias al insoportable sol que iluminaba toda la habitación. Una vez que se acostumbró, se incorporó con lentitud, notando que el dolor de cabeza y trasero aumentaba con el simple movimiento, deseando que unas pastillas calmantes aparecieran mágicamente para tranquilizarlo. Lástima que eso no ocurriría, por lo que decidió ponerse de pie (a pesar del dolor) y fue ahí cuando notó su desnudez. Con todo el terror del mundo, volteó a ver si había alguien más en la habitación y, sí, lo había: el caliente de Victor Fuentes estaba durmiendo en el otro lado de la cama, refugiado en sus sueños y sin tener ni puta idea de lo que había sucedido anoche.
— Joder —fue lo único que pudo musitar el pelinegro antes de buscar su ropa y zapatillas con rapidez y vestirse.
Salió de la habitación, algo atontado por lo que descubrió y olvidando su dolor de culo rápidamente. Miró hacia los dos lados del gran pasillo lleno de puertas con diferentes habitaciones, notando que había un silencio sepulcral, y bajó las escaleras con cuidado de no tropezar. En la sala enorme había varias personas durmiendo en los sofás o simplemente en el suelo y cuando siguió el recorrido por la gran casa se encontró a Alex durmiendo arriba de Jack, quien estaba en la mesa, y a un lado estaba Fronz a punto de caerse. Era todo un caos, pues los vasos de plásticos que utilizaron anoche y la comida estaba toda desparramada por todos lados. Menos mal que no era su problema.
— Kellin —lo llamó una voz femenina, a lo que él se volteó. Hannah estaba allí—, ¿y los dem...? Oh, ahí están los otros. En serio, no entiendo por qué me pusieron como conductora designada si al final ni quisieron volver a sus casas.
— Creo que debemos despertarlos, o al menos intentarlo y luego echarles agua en la cara. Es un lindo despertar.
— Eres malo. ¿En dónde estabas metido? —preguntó, con ojos curiosos—. Seguramente has follado con alguno, ¿cierto? Malditos, a mí mi novia no me dio bola porque estaba por viajar con los aliens junto a Chris, según ella. En fin, cuéntame.
— Eh... yo...
— ¡Chicos! —exclamó Alan, bajando por la escalera con un gesto de trauma plasmado en su rostro. Esto causó que se escuchara un golpe en seco, pues Fronzak se cayó al suelo gracias al grito—. Uh... lo lamento, Fronzilla.
— Muéranse —musitó el caído.
— Debemos irnos —pidió el pelirrojo, ignorando a Fronz—. Vámonos, vámonos, vámonos. ¿Dónde mierda están todos? Busquémoslos y vámonos a la mierda.
— ¿Qué pasó? —preguntó la pelinegra.
— No quieres saberlo.
— En realidad sí quie...
— Cállate y busquemos a los idiotas. Vamos —dijo, antes de ir a despertar a la pareja que dormía plácidamente en la mesa—. ¡Despierten! —exclamó, moviéndolos.
Y así comenzaron, uno por uno, dos por dos, hasta que lograron llevarlos a todos a rastras hacia la camioneta de los padres de Kellin. Los amontonaron como pudieron y partieron a repartirlos por casa, obligándolos a que se despertaran por su propio bien ya que ellos no los ayudarían a que fueran hasta sus camas. Para la suerte de los que estaban conscientes, lograron el objetivo propuesto y cuando acabaron, decidieron tomarse un tiempo para descansar bien por unas horas ya que nadie estaba con ánimos de salir de sus casas.
Andy y Oliver compartían la misma casa desde hace varios meses, cuando decidieron formalizar bien su relación. La casa era de Oliver, quien se había mudado a ésta por problemas familiares: es decir, porque no soportaban tener un hijo maricón. Andy alquilaba un departamento en ese tiempo, probando cómo se sentía vivir solo, cosa que no le gustó mucho, y es por eso que ambos no tuvieron problemas cuando, dos años después, decidieron vivir juntos.
— Oli —murmuró el ojiazul, pasando sus dedos por el pecho desnudo de su pareja—, me aburro y no puedo dormir.
— Se supone que el que tiene problemas para dormir soy yo y no tú —comentó el tatuado, sonriendo mientras acariciaba la espalda de su novio—. ¿Qué quieres hacer?
— No sé —suspiró—. ¿Aun te duele la cabeza?
— No es como si me hubiera embriagado por primera vez y fuese mi primera resaca, Andy.
— Oh, perdón, olvidaba que eras Oliver Sykes, el rebelde folla-putas que iba a fiestas todas las noches —dijo el pelinegro, rodando los ojos.
Andy se puso de pie y fue al baño, específicamente a la ducha de éste. Abrió los grifos de agua y puso debajo de la lluvia artificial luego de haberse quitado la única prenda que tenía puesta. Cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación del agua corriendo por su cuerpo, mojándolo y limpiándolo, hasta que oyó claramente cómo Oliver se metió a la ducha con él y lo abrazaba por la espalda.
— ¿Estás enojado? —le preguntó al oído, estremeciendo al pelinegro.
— Ya superamos esa etapa de inmaduros peleándonos por todo —respondió, riendo antes de morderse el labio al sentir la cálida lengua del castaño sobre su cuello—, pero eso no quiere decir que te permita follar conmigo.
Pero Oliver no le hizo caso y continuó con lo suyo mientras sus manos acariciaban los huesos de la cadera que a Andy le sobresalían y luego se deslizaban hacia el miembro del mismo, tomándolo sin preguntar. El resto ya se sabe.
...
— ¿Cómo dices que dijiste? —preguntó la teñida, abriendo la boca por la sorpresa y mostrando sus dientes de Bob Esponja en el trayecto—. Oh, mierda, te pasas. Qué asco, pero qué genial. Y qué envidia, man.
— A veces me da risa cómo nos ponemos a hablar, te juro —dijo Alan, riendo, pero luego volvió a su rostro de frustración—. Ugh, en serio no puedo creer que haya pasado esa mierda. Estoy como que sí, pero no.
— Pero con un hermano como ese, ¿quién no estaría así? Austin es mi puto platónico desde que vine por primera vez a tu casa y lo conocí —comentó Alex—. No le digan a Jack porque se pone celoso y no queremos eso.
— ¡Pero tiene novia! —exclamó el pelirrojo—. ¡Y seguramente tiene alguna enfermedad sexual y me contagió! Joder, me haré un examen porque no quiero morirme de algo tan asqueroso como eso. Lo odio... pero, mierda, estuvo buenísimo. Creo.
— ¿No recuerdas?
— Algunas partes sí y otras no —Alan pasó las manos por su rostro y tapó sus ojos, luego moviendo algunos de sus dedos para ver a sus dos amigos—. ¿Quién tuvo la puta idea de ir a una fiesta, y ya ebrios?
— Tú —dijo Hayley— y Alex. Los dos idiotas.
— Pero Alex no la pasó mal, digo... bueno, yo tampoco, pero... ah, me cago en la puta. Ya fue.
— Tranquilo, hermano. Inhala y exhala —murmuró el castaño, haciendo una posición de yoga.
— ¿Quién te crees? ¿Chris Drew? —jodió la única chica presente en la habitación—. Igual, Alan, no sé de qué mierda te quejas si tuviste sexo con alguien que está re bueno. ¡Y yo no! Seguramente en el futuro seré la única solterona con muchos gatos del grupo, porque todos ya tienen a alguien y/o son gays. Los odio, malditos.
— Recen por Hayleycita. Ojalá aparezca un macho que quiera a la hermana de Bob Esponja —dijo Alan para luego soltar una carcajada junto a Alex.
Hayley sólo los vio con odio, entrecerrando los ojos y pensando en las mil maneras de hacerlos sufrir, pero finalmente terminó rindiéndose y riéndose junto a sus amigos pasivos/muerde almohadas.
no sé, me gusta agregar palabras argentinas de vez en cuando porque me da risa JSJDJS
xofrnz
ESTÁS LEYENDO
fatal optimist [cashby ft. others shipps]
Fanfic❝en tus ojos veo las preguntas a las que no tengo respuestas para levantar mentes sospechosas.❞ 29052017; -fronzilla.