Un mundo del otro lado de la pantalla.

🎯37🎯

Scott Maddies:

En cuanto desperté me encontré en una silla de hospital. Rápidamente recordé. En cuanto vi al frente pude observar a Alissa frente a mí.

Sus ojos me miraban fijamente.
Con odio, con amor, con rencor, con temor, con dulzura.

Muchas emociones mezcladas en su ser. Todo mezclado en sus ojos.
Pero me era imposible no perderme en esos ojos. Esos sencillos y perfectos ojos que para mí eran hermosos.
No habían ojos más lindos en el universo.
Su sonrisa.
Su personalidad fría.
Cuando tiene el ceño levemente fruncido mientras ve su móvil.
Como contesta tajante.
Como se esconde detrás de una armadura de hierro una chica dulce y con miedo.
Para mí todo eso la hace perfecta.

-Familiares de la señora Manchestir.- luego de unos segundos en reaccionar nos acercamos rápidamente a la doctora.

-Sus..sus.. hijos.-tartamudeé.
La doctora miro a Alissa y a Mathias. Ambos asintieron.
Esperen...¿¡Que hace este imbecil aqui?!

-La señora está bien, solamente que su nivel de estrés fue muy alto y ha perdido la compostura y sus niveles de azúcar han bajado demasiado.-dicho esto empezó a caminar.

-¡Doctora, espere!.-grite
-Dígame.-se volteó.
-Quiero preguntar por la niña ingresada hace unas horas. Miranda, Miranda Manchestir.-dije.

-¿Eres su familiar?.-pregunto.
-No..-musité.
-Lo siento, no puedo darte información.- recalcó.

-Formó parte de sus tutores.- dije recordando.
-¿Que puesto ocupas?.-pregunto.
-Tercer tutor hasta la mayoría de edad.-dije.

-La niña está bien. Esta dormida y agradezcan al cielo que no ha perdido la vida. Es una niña fuerte.-dijo sonriendo.

-Ella es mi niña. La niña más fuerte.- sonreí. La doctora se retiró.

Alissa Bennett:

-Hmm...¿Mathias?.- pregunte.
-Dime, lanza comida.-dijo, reí.

-En seguida vuelvo, iré a hacer una llamada a.. mis padres.-dije con dificultad.

-Claro.-sonrió.-Te espero en la sala de espera.-

Me dirigí hacia afuera del hospital y saque el móvil. Presione el botón verde. Temerosa lo acerqué a mí oído.

-¿Hola..?.-dijo con voz adormilada .
-Jace...-dije.
-¿Quien..? ¡Espera! ¿¡Alissa?!.-gritó.

-Si... no quise molestar.-musité bajo.
-No sabes cuánto espere a que llamaras, Ali. Te he buscado. Pensé que no llamarías jamás. Dijiste que no te buscara más y..-lo interrumpí.

-Y que no quería saber más de ti en mi vida.-dije con la vergüenza recorriendo mis venas.- Lo siento por eso.- recalque.

-Dijiste que si llamarías sería para... espera...-dijo.

-Si, Jace. Se lo que dije. Si te volvía a llamar sería para..-me interrumpió.

-Para venir a Inglaterra conmigo..- dijo asombrado.

-Así es.-dije.- Claro, si aceptas a que vaya contigo a Inglaterra. Iré.-dije con las lágrimas asomándose y mojando mis mejillas.

-Alissa..-repitió bajo.- ¿Vendrás conmigo a Inglaterra?.-pregunto.

-Si Jace, iré contigo a Inglaterra.- repetí.