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Alissa:

2 semanas después de haber salido del hospital y ya está todo listo. Me largaré de aquí y no regresare.

23:57 p.m. Perfecto, casi media noche.

Me acerqué a la habitación de Tobías y Anabella para revisar si se encontraban dormidos.

Ambos forcejeaban.

-Anabella.. o te dejas o voy a por tu hija.-amenazaba.
-¡Ve por ella! ¡Ve por esa zorra!.-gritaba. Tobías estampó un golpe en su cara.

Decidí alejarme de ahí. Es definitivo que necesito irme de aquí ya.
Tome la mochila donde deje lo básico. Salí de la casa y me subí a mi motocicleta. Y empecé a manejar sin rumbo fijo, sintiendo el aire golpeando en mi cara; sintiéndome libre.

Luego de 20 minutos llegue a un hotel. Llamado "Clyres Blan."

-Buenas noches, una habitación.-
-Buenas noches Srta. Su identificación.

No soy mayor de edad, pero esto lo tengo planeado desde hace unos meses y ya obtuve mi credencial de mayor de edad falsa.

Se la entregue a la chica.

-Muy bien Srta Blake, ¿cuantas noches desea quedarse?.-sonrió amable.
-Tiempo extenso. Pagaré por noche.-sonríe.

Finalmente me entregaron mis llaves.
Piso 9 apartamento 58.
No era tanto un hotel, si no donde se pueden alquilar apartamentos amueblados de buena calidad.

Mientras me encaminaba a mi nuevo departamento pude apreciar a una señora tratando de recoger sus llaves del suelo. Apresure el paso y tome sus llaves y las entregue.

-Muchas gracias, linda.-sonrió la señora.
-Un gusto señora...-
-Señora Munfrend. Un gusto querida.-dijo la señora.-¿Y tú cómo te llamas linda?.-tantee un poco sobre decirle.

-Alissa..Alissa Bennett.-respondí.
-¿Eres hija del famoso empresario Tobías Bennett?.-sentí como mi estómago se contrajo.

-Si... pero, por favor señora si preguntan usted no diga nada, se lo suplico señora.-murmuré bajo.

-Claro querida, ¿por qué no vienes mañana a mi departamento a comer galletas?.-sonreí.

-Claro.-
-Te espero mañana a las 4 linda.-dicho esto entro en su departamento.

Me dirigí a mi nuevo hogar y tire mis cosas en cualquier sofá y me lancé en la cama.
Hundí mi rostro en la almohada y me tape hasta debajo de los pechos y finalmente me sentía bien.

Un mundo del otro lado de la pantalla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora