Capitulo 11

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Marti te molesta si bajo a la cocina a tomar un poco de agua? – pregunte nerviosa.

No claro, si esta ahora también es tu casa – dijo sonriendo.

Gracias – dije amablemente y baje a la cocina con mis pantuflas de minions.

Saque una botella de agua de la heladera y me puse a tomar. Cuando de repente siento que alguien tose... me doy vuelta para mirarlo y estaba el con su típica sonrisa y su pijama que consistía en un short con estrellas y su torso todo marcado sin remera.

Lucia tan perfectamente bien que daban ganas de tirarse encima de él y no soltarlo nunca.

Pero como estaba enojada con él me di media vuelta y salí de la cocina, pero él como de costumbre no me dejo pasar.

Por favor te puedes correr y dejarme pasar? – pregunte nerviosa.

No pequeña, quiero hablar contigo. – me dijo cruzados de brazos.

Que lastima, yo no quiero – dije con una sonrisa falsa.

Bien, conste que tú buscaste esto – dijo con el ceño fruncido y me puso en su hombro como si fuera una bolsa de papa.

Ya que no podía gritar porque los padres de mi amiga dormían, no me quedo otra que quedarme callada furiosa con este pibe.

Entramos a su habitación y me puso en su cama. Cosa que yo ya quería dormir y así no podía.

Que quieres saimon? – dije nerviosa.

Hablar contigo. Mira mia, se que lo que te hice ese día en el pasillo del internado no estuvo bueno y por eso quería pedirte perdón. A veces me pongo así cuando... - y se quedo callado sin decir nada.

Cuando qué? Cuando te drogas no? Dije con los brazos cruzados.

Si claro – dijo nervioso arrascandose la cabeza.

Típico de los chicos pensé yo.

Oye saimon, está bien, te perdono. Pero no quiero que vuelva a pasar. No soy nada tuyo, más que amiga de tu hermana y sé que nosotros nos llevábamos mal... pero es un buen chico. Con que necesidad de drogarte? – pregunte curiosa.

Mira, seguro que tú no entiendes... pero mi vida es un asco, aquí mis padres se llevan bien pero mi mama está muy enferma y sé que en algún momento ella morirá. Entre en modo de tristeza y me conocí con unos chicos que son mala junta digamos... y con ellos empecé a fumar y a salir de joda siempre. Ya que mis estudios no me interesaron para nada. Pero empecé devuelta ya que se lo prometí a mi madre terminarlos. En el internado soy el chico rebelde a las cual todas las chicas mueren por mí, pero a la vez me gustaría tener a mi chica ideal – dijo triste mientras se sentaba en su cama.

Y como seria tu chica ideal? – pregunte curiosa.

Tu – respondió el mirando fijamente a los ojos. Cosa que me ponía muy nerviosa.

Emm saimon podrías abrirme la puerta? Son las 6.30 am y quiero dormir – dije somnolienta

Ven pequeña duerme conmigo hoy – dijo haciendo un puchero

Y cuando quise decir que no, el ya me había agarrado como si fuera un bebe y me acomodo en su tan cómoda cama, que por si no lo sentí mas porque me dormí.

Era tan linda, por dentro y por fuera. La veía como se durmió plácidamente en mi cama mientras le hacía mimos...

Nunca me sentí así tan completo, ella era todo lo que quería para mí, pero se me hacía difícil conquistarla cuando ella no me quería ni ver.

El es mi salvacionWhere stories live. Discover now