El es mi salvacion

Capitulo 34

Llegue y marti me estaba esperando afuera, estacione mi auto y baje mi valija.

Ay amiga menos mal que viniste, me aburría sin ti – dijo marti abrazándome.

Si yo también. Estás sola? – pregunte sorprendida.

No, esta saimon con todos sus amigos atrás en el quincho. Pero no te preocupes porque nosotros a la pileta vamos a ir si o si – respondió marti riendo.

Está bien – dije riendo.

Entramos a la casa y sus padres estaban en el comedor.

Hola mia como estas? – me pregunto la madre.

Hola jose bien ya estoy mejor, hola Robert – dije amablemente.

Hola jovencita, suban y hace de cuenta que estás en tu casa, sos como una hija más para nosotros – dijo el padre amablemente.

Gracias a los dos – dije y subimos al cuarto de marti.

Subimos al cuarto y deje mi valija al lado de mi cama donde dormiré. Marti me había armado una cama para que las dos durmamos cómodas cada una en su cama obvio.

Que te parece si nos ponemos nuestras bikinis y bajamos a tomar algo abajo? – pregunto marti agarrando su bikini.

Mm dale, muero del hambre – dije agarrando mi barriga.

Marti entro al baño y se puso su bikini color amarillo, se veía tan linda como siempre.

Paso al baño amiga – dije agarrando mi bikini.

Me hise una colita bien alta y me puse mi bikini color rosa con flecos.

Ya las dos listas bajamos y nos fuimos a la cocina a tomar un jugo light naranja cada una con una ensalada.

Estuvimos comiendo y hablando a la vez, de afuera se venía tremendo olor a comida asada y la música a full.

Lo vi a saimon con su traje de baño celeste y en cuero como siempre con sus abdominales marcados, su pelo todo despeinado y su sonrisa fresca como siempre. Era perfecto de todas maneras.

Mia porque no te limpias la baba, sácale la mirada de encima a mi hermano – dijo marti riendo a carcajadas.

Ay lo siento, es tan lindo – dije sonrojada.

Y porque no son novios? – pregunto seria.

No sé, el todavía no me la ha propuesto asique no se – dije riendo.

Bien vamos a la pile quieres? Aprovechemos el sol porque parecemos dos hojas blancas – dijo marti riendo a carcajadas.

Claro vamos – dije riendo.

Dejamos todo lo sucio en la cocina y salimos al patio. El olor asada era tremendo, los chicos estaban todos juntos adentro en el quincho y nosotras teníamos la pile para nosotras solas.

Marti trajo sus reposeras y nos acostamos. Estábamos tan relajadas, charlando y riendo de nuestras cosas.

Ni siquiera sentimos donde estaban los chicos a los cuales nos empaparon a las dos.

Nos asustamos y nos dimos vueltas y ni sabíamos quiénes eran.

Son idiotas – dijo Martina enojada.

Era tan graciosa verla enojada a Martina porque cuando se enojaba sacaba su parte peor.

Yo me reía y Martina exageraba las cosas.

Porque no le haces caso a tu amiga que por mirarla bien esta re buena y tú también pequeña enojona – dijo el chico sin nombre.

Oh no te atrevas a tocarla a ella porque es la novia de mi hermano imbécil – dijo Martina sacándolo de mi lado.

Si claro y donde está el? – pregunto mirando por todos lados.

Aquí, algún problema? – pregunto saimon atrás mío mientras me abrazaba.

Pensé que por unos momentos todos íbamos a terminar a las piñas, esto cada vez se ponía peor.

Oye loco porque no te vas? Acá nadie te invito asique te voy a pedir que te retires de mi casa ahora mismo – dijo saimon enojado.

El chico se fue diciendo cosas por lo bajo y todos los amigos de saimon adentro del quincho comiendo.

Están bien? – pregunto saimon mientras nos miraba a las dos de pies a cabeza.

Si hermanito iré adentro a buscar un poco de licuado para las dos, tu habla con mia – dijo marti mientras me guiñaba un ojo.

Estas bien linda? – pregunto sai mientras me miraba como haciéndome una placa por completo.

Si sai, está todo bien, ya deja de mirarme me incomodas – dije riendo.

Estas muy linda, por cierto tapate un poco, luces sexy y me pongo celoso. Iré con los chicos a seguir comiendo después nos vemos pequeña – me dijo mientras me daba un beso.

Está bien – dije riendo.