Mia creo que mi hermano esta celoso de thomas – dije sorprendida.
No creo amiga, si el anda con su chica – dije mientras entrabamos a la habitación ya que thomas se tenía que ir nos dijo.
Yo lo conozco y sé que el gusta de ti y tu también aunque te hagas la difícil – dijo rodeando los ojos.
No sé, no se... - dije riéndome.
Bueno vamos a dormir porque mañana ya madrugamos.
Nos acostamos y marti puso la alarma a las 7 ya que a las 8 tendríamos que estar en el aula.
Me desperté por el ruido molesto del despertador. Vi para la cama de marti y dormía tranquilamente. Decidí por bañarme yo primera ya que tardaba más que Martina.
Entre al baño y me duche tranquilamente, me puse el uniforme y me planche el pelo como de costumbre. Me re cogí el pelo y desperté a Martina para que se duche también.
Espérame y vamos juntas a desayunar mia – me grito desde el baño.
Bueno dale nena – dije riéndome.
Acomode mi mochila y vi que mi celular sonaba locamente, vi y era mi madre cosa que me sorprendió bastante.
Hola - dije secamente.
Hola hija, como andas en el internado? Te hiciste amigas? Te prometo que iré a verte cuando pueda cariño – me dijo mi madre dulcemente.
Ahora te importa como estoy? Después que paso una semana y no recibí ningún mensaje tuyo ni de papa – dije triste.
Oh cariño hemos estado muy ocupados, mucho trabajo con reuniones y no pudimos estar comunicados – dijo lamentándose mi madre.
Mira, no necesito nada de ustedes si? Asique aceme el favor y no me vuelvas a llamar – le dije molesta y le colgué.
Mia que paso? – me pregunto marti sentándose en mi cama.
Nada, llamaron mis padres pero después que paso una semana amiga, ni un mensaje nada. Y justo ahora se vienen a preocupar – dije triste.
Entiendo... a mi me pasaba lo mismo. Pero mis padres decidieron trabajar aquí y no irse más de viaje por nosotros y porque mi mama está enferma – me respondió triste.
No te preocupes amiga, tu mama se va a mejorar pronto. – dije abrazándola.
Toco el timbre y ni tiempo a desayunar tuvimos, fuimos corriendo a nuestra aula y ya el profesor había comenzado con su clase.
Tarde llegaron señorita colluci y rey – dijo el profesor y toda la clase nos miro.
Si tuvimos un problema profe, pero no va a volver a ocurrir - dije tomando asiento con marti.
Eso espero muchachas – dijo molesto el profesor.
Toda la hora nos quedamos en el aula sin ganas de salir.
Ninguna presta atención a la clase y el profesor dijo que ya iba a tomar prueba. Cosa que nos arruino la salida.
Vi que mi celu vibro y era un mensaje de thomas.
Hola linda, les gustaría ir a tomar un café o lo que sea con nosotros? – me mando thomas.
Le pregunte a marti y obvio que aceptamos.
Si obvio, nos vemos el sábado. Besos – le respondí con un emoji.
Ya haciendo planes? – recibí otro mensaje y me pareció raro ya que no lo tenía agendado...
Le pregunte a Martina y era su hermano.
Y a tu que te importa, no me jodas saimon no quiero tener problemas. – le respondi.
Este chico no me iba a dejar tranquila nunca.
Y así se paso nuestra semana, llegamos a viernes y teníamos millones de tarea por lo cual decidimos ir a la biblioteca y terminar todas.
Nos ubicamos en el segundo piso de la biblioteca ya que no había nadie y estaba más tranquilo.
Empezamos por lo de física que era lo que más teníamos y después seguimos por el resto.
Por fin terminamos – exclame cansada.
Sii, ciento que la cabeza me explota – dijo marti agarrándose la cabeza con sus dos manos.
Qué te parece si salimos a tomar un poco de aire? Necesito aire – dije riendo.
Si amiga, vallamos – dijo marti agarrando sus cosas y saliendo al patio trasero.
Nos pedimos dos jugos de naranja light y nos sentamos abajo del árbol a charlar.
Dejamos las carpetas al lado nuestro y obvio que los vasos también, cuando de repente pasa la novia de saimon y no puedo creer lo que no allá echo.
YOU ARE READING
El es mi salvacion
RomanceMia colucci 16 años, vergonzosa pero abierta a charlar, con muchos problemas de familia, no había tenido un verdadero amor más que noviazgo... Sus padres millonarios pero no lograban encontrar la felicidad. Mis padres se llaman mauro colucci y mi ma...