Tu, borrega que haces aquí? – me dijo el chico que hoy me llamo la atención. Por cierto se lo veía muy enfadado y molesto.
Como me queda callada sin saber que responder él se enfado mas.
Acaso SOS sorda pequeña? – dijo con el ceño fruncido.
EE. soy nueva y quise recorrer un poco el lugar – dije tomando coraje.
Así? Estas en el lugar equivocado. Ahora sal y córrete de acá, no vuelvas a meter tus narices donde no te corresponde niñita – me dijo el agarrándome el brazo y corriéndome de esa habitación.
Tú no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer idiota – escupí furiosa.
Mia , ven, nos vamos – grito mi papa saludando a la directora.
Asique te llamas mia mocosa? – pregunto el arrogante como debe ser supuse.
Salí corriendo dejándolo solo.
Llegue a donde estaban mis papas y vi que la directora se la notaba preocupada mirando al chico ese que ni sabia como se llamaba.
Linda, te diré algo delante de tus padres – me dijo maria acariciándome el rostro.
Por un momento se me pasaron muchas ideas por la cabeza, pensé que no entraría a este internado o mejor dicho que se habría enojado conmigo por hablar con ese chico...
Si dime – respondí yo lo más tranquila que pude. Mis padres me miraban con una mirada que me enterraban ya sabía el salmón que seguro se me iba a venir.
Mia, te vimos hablando con ese chico y yo te daría un consejo que no te metas con él. Lo tenemos en este internado porque sus padres son millonarios y muy buena gente. Pero el es muy rebelde y siempre anda metidos en lio – me dijo maria.
Por un instante pensé que había sido un error enfrentarlo tanto como paso hace un rato. Pero no le tenía miedo.
Ooh no sabía nada maria, solo iba caminando y de repente vi a una manada entrar en una habitación y a el que me quería echar de ahí – dije sutilmente. Ella empezó a reír o fingir una risita indiscreta.
Lo sé linda, solo te advertí – dijo ella saludándome educadamente.
Bueno maría, ya sabemos de ese chiquillo y hablaremos con mia para que no anda metida en líos. Gracias por ahora, nos vemos – dijo mi papa saludando a maria.
Una vez de eso salimos rumbo a la camioneta para ir a casa supongo.
Íbamos saliendo del internado cuando lo vi a esos chicos sentados afuera en el césped. Vi que mis padres iban refunfuñando por el "lio" que arme, pero era todo lo contrario.
Subimos a la camioneta y mi padre rompió el silencio como siempre.
Mira mia, tu madre y yo no queremos que andes en líos, apenas entras al instituto y ya la directora te tuvo que decir algo. Tu no cambias más querida – dijo mi querido padre enojadísimo.
Si mia, por eso no te dejaremos salir por el domingo como forma de castigo – dijo mi madre haciéndole caso a mi padre como siempre. Cosa que eso me enfurece mucho porque yo no hice nada.
Pero si yo no hice nada mama – dije alterada.
Tú te callas y punto – dijo mi padre.
Es injusto todo esto, me tienen enjaulada como si fuera una presa mientras ustedes hacen lo que quieren. Nunca me van a escuchar ni entenderme. No entienden que no hice nada, que ese chico me hablo mal a mí y yo ni siquiera lo conozco. En fin hubiera preferido ser huérfana antes de tenerlos a ustedes – escupí furiosa y bajándome de la camioneta dándole un portazo que escuche a mi padre como me gritaba a mí.
Subí por poco corriendo las escaleras para encerrarme en mi habitación con llave.
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El es mi salvacion
RomanceMia colucci 16 años, vergonzosa pero abierta a charlar, con muchos problemas de familia, no había tenido un verdadero amor más que noviazgo... Sus padres millonarios pero no lograban encontrar la felicidad. Mis padres se llaman mauro colucci y mi ma...