Las Mentiras de Annabelle (LQNSDB #2)

Capítulo 14

  Annabelle  

El tal Q no dejaba de buscarme, me movía a un lado y él hacía lo mismo, iba al otro extremo y el me seguía. Era bastante obvia que quería hablar conmigo, pero también lo era el que yo no. Sin embargo, él no parecía entenderlo y si lo hacía no le importaba. Me preguntaría por Mason y yo no hablaría sobre eso, me interrogaría sobre la dichosa organización y no sentía ganas de compartir mi infinita sabiduria. Finalmente, me encerré en mi habitación, una habitación de dos camas para dicha de mi hermana.

–¡Belle! – Me sobresalte al cerrar la puerta y encontrarme con una hermana muy enérgica. –Te estaba esperando – dijo.

–¿Ah, sí? – Fingí una sonrisa, al notar que igual terminaría siendo interrogada por mi hermanita. –Supongo que soy toda tuya – dije resignada.

–Menos mal, pense que ibas a huir – se me había pasado por la mente, no podía negarlo. Pero entre más huyes de algo, más rápido te encuentra.

Me dejé caer en la que supuse sería mi cama, pues Isobelle ya había tomado posesión de la del lado derecho. Pase mis manos por la sabana, buscando algo de suavidad o tal vez me inquietaba la mirada de mi hermana. Parecía estar a punto de hacer una de sus preguntas sobre asuntos delicados.

–Ya te perdone por besar a mi novio – dijo de repente, como si tratara de aligerar la tensión antes de empezar con el tema principal.

–Bueno, no es como si tuvieras que preocuparte por eso... Max no es mi tipo, ya sabes... Es algo cursi, una vida con él y seguro muero de diabetes – dije y recibí una mirada glacial. –Pero es perfecto para ti, aunque besa bien – me burle de ella y la vi rodar los ojos.

–Pues si, besa bien y gracias a Dios no volverás a experimentarlo... – dijo ella indignada y molesta. –Además, ahora me doy cuenta que te gusta jugar con los hombres, mira al pobre Jeremy y tu con prometido – se cruzó de brazos, enfadada.

–Las cosas son complicadas – murmuré, alejando la mirada y nos quedamos en silencio.

–Belle – ella fue la primera en romperlo. –¿Qué le pasó a nuestro padre? – Me volví a ella de inmediato. –Leí el informe del caso y varios artículos de periódico, fue un poco difícil teniendo en cuenta que no sé nada de italiano pero... Te declaraste inocente y decías no saber quién fue el que... – Se quedó pensativa. –Quiero la verdad Belle, también era mi padre y nunca pude llegar a conocerlo. Necesito saber lo que pasó... –

–No, no quieres saberlo – le dije.

–El que haya sido adoptada no significa que sea parte de la familia, aún soy una Bernier y una Volkov, la familia nunca desaparece, los lazos pueden volverse débiles pero nunca romperse. – Me miró con desafío.

–No me gusta hablar de eso – confesé.

–Pero necesito que lo hagas – instó.

–Esta bien. Yo no lo mate, pero estaba ahí ese día. Lo mató el padre de Guiliano – ella abrió sus ojos de par en par ante la confesión. –También mató al hermano de Guiliano días antes – preferí no decir su nombre. –Luego desapareció y no tuve a quién culpar, porque todo señalaba a mi – intente resumir todo para ella.

–¿Y dónde está ese hombre ahora? – Me preguntó.

–Está en un lugar inalcanzable – pero voy a encontrarlo.

Alguien toco la puerta tres veces, interrumpiendo nuestra charla y salvándome de ahondar en el tema. Era Max, tal parece necesitaban arreglar algunas cosas con Q. Algo me decía que Max se había visto obligado a algo al venir a este lugar para darle protección a Belle. Entonces se marcharon y me dejaron sola con mis demonios en esa habitación, todo gracias a recuerdos que me vi obligada a traer de vuelta. Vaya suerte la mía.