Capítulo 15 : Cara a cara

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La rabia que sentía en mi corazón no tenía punto de comparación. Siempre que se trataba de Ben yo me acobardaba, pero él le había declarado a muerte a Johen y eso no tenía perdón, ni siquiera de Dios.

Busqué a tientas algo cómodo entre mi ropa, pero lo único que encontré fue un leggins. Me puse un esqueleto y de nuevo tome mi chamarra, esta vez no lleve mi tambo en el bolso. Tome mi cinturón de armas y me lo acomode en la cintura. Con la cara demacrada y sin maquillaje  me dirigí a la puerta. La habitación de invitados tenía la luz encendida y de seguro todos estaba allí esperando. Mis padres habían salido hace una hora y Fred estaba con Megan. Salí sin hacer ruido como una vil ladrona, porque si Zafiro llegaba a verme me impediría lograr mi cometido.

Baje las escaleras sin encender la luz y camine sagazmente hasta la puerta.

—¡¡Lauren!!— Gritó Zafiro—¡¡No lo hagas!! ¡¡Por favor!!

Mierda, Zafiro sabía hacía donde me dirigía y no tenía mucha fé en que lograra mi cometido. Pero ella no entendía el dolor que sentía, ella no entendía mi posición y tampoco entendería la nueva versión de Lauren que ese cabrón conocería.

—No hay marcha atrás Zafiro

Ella bajó las escaleras corriendo mientras yo cerraba la puerta, tomé un taxi y a través de la ventana puede verla desesperada y con ojos suplicantes.

El conjunto de edificios era un lugar sombrío, con vagabundos en cada esquina. Parecía el lugar digno donde una rata como Ben podría vivir. Varios vagabundos me miraban pero mi mirada les expresaba odio y desprecio, por lo que ninguno se acercaba a mi.

La puerta que daba entrada a su edificio estaba cerrada y tuve que forzarla para poder acceder a ella. Empece a esculcar en mi cabeza los pasillos para llegar a casa de Ben. Una vez frente a su puerta golpee suavemente.

—¿Quien es a esta hora? Espero que tengan una buena razón.

En otro momento de mi vida temblaría de miedo, pero la rabia que se extendía por mi cuerpo me lo impedía. Mientras se acercaba a abrir, extendí mi tambo. En el momento en que su asquerosa cara aparecio recibió un golpe de mi tambo.

Su cuerpo cayó al suelo, mientras cerré la puerta él se puso de pie. Escupió sangre y luego clavó sus ojos en los míos

—Pequeña Zorra. ¿Tanto me extrañas?.

—Oh seguro, me muero por hacerte el amor— Lo mire con ironía— Oh verdad jamás conseguiste eso.

Ben hizo traquear su cuello, si no fuera un completo hijo de puta resultaría atractivo. Su cabello castaño oscuro y sus ojos verdes eran una combinación exquisita, pero era un maldito perro y eso dañaba lo demás.

—Bueno alguien requiere una lección de buenos modales.

Ben se acercó, pero mis reflejos me obligaron a moverme hacía el sofá, así podría poner una barrera entre nosotros.

—Eras tú quien quería verme, ¿Como fue que me llamaste? ¿La decepción de Alianza de fuego?

—Eso eres. Pase 2 años entrenándote, para que 3 personas te dieran una paliza.

Me eché a reír solo para provocarlo aún más.

—Ah que no adivinas a que vine— Clave mis ojos en los suyos—A partirle la cara a todos y cada uno de ellos, pero voy a empezar con el que inició todo.

—¿Quien te asegura que fui yo?—Preguntó

—Vamos Ben, eres el único idiota que sigue obsesionado con alguien que ni siquiera pasó por su cama.

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