never walk alone; jalonso villalnela

➸ Catorce

Jos había pasado toda la mañana recorriendo gran parte de la cuidad, fue a cada uno de los lugares que le había marcado Alonso en el periódico.

En algunos le decían que ya habían contratado, en otro le hicieron la entrevista y al ver que no tenía experiencia le dijeron que ellos lo llamaban, y en otros simplemente que no cumplía con los requisitos.

Estaba frustrado conseguir empleo era más difícil de lo que pensaba; pero no se iba a dar por vencido, no quería regresar a casa con malas noticias.

Así que decidió tomarse un pequeño descanso e ir por un té helado, hacía demasiado calor y sus pies le dolían demasiado de tanto caminar. Dejó aún lado su saco y los papeles que traía y esperó en lo que le traían su té.

— Muchas gracias — sonrió — Jos

Tomó un poco de té y miro su celular para ver la hora, al encenderlo aparecía aquella foto que les había tomado Yaya de pantalla de bloqueo y salió un pequeño suspiro de su boca.

— No te decepcionare, pecoso

De repente algo llamó su atención del otro lado. Terminó su té, lo pago, tomó sus cosas y fue hasta el otro lado de la calle.

Era un gran edificio y en la entrada había un cartel dónde decía que estaban solicitando urgentemente ayudante general de oficina sin experiencia. Esta era su oportunidad.

Sin pensarlo dos veces entro al edificio y le pregunto al policía donde tenía que ir para que le hicieran la entrevista. Éste le indicó que era en recursos humanos en el tercer piso.

Fue hasta el ascensor y entró, mientras iba subiendo arreglo su cabello y corbata, quería dar una buena impresión.

La puerta del ascensor se abrió, con la mirada busco donde era y caminó hasta allá. Habían dos chicos muy bien presentados sentados en unos sillones.

— Buenas tardes jóvenes, ¿vienen para lo del empleo, cierto? — dijo una Srita minutos después

Los tres asentimos con la cabeza.

— Muy bien, necesito que me  entreguen su solicitud de trabajo y en un momento comienzo a llamarlos para que pasen a su entrevista — Srita

Le entregamos nuestras solicitudes y esperamos en la pequeña sala en lo que era nuestro turno.

30 minutos después...

— José Miguel Canela — dijo la Srita que al parecer era una de las secretarias

Respiré profundamente y entre a la oficina. Estaba realmente nervioso.

— Buenas tardes ¿Joven Canela, cierto?

Era una chica de cabello rubio y rizado, piel muy blanca, ojos color miel, labios rojos, con una falda un poco arriba de la rodilla y zapatillas; era realmente muy hermosa.

— Buenos días, así es  — se sentó frente el escritorio — Jos

—  Primero que nada mi nombre es Isabel, soy la jefa de recursos humanos y voy a ser la encargada de hacerte la entrevista

— Mucho gusto, esta bien — sonrió — Jos

— Primero cuéntame ¿Cómo te gusta que te llamen José o Miguel?

— Me gusta que me llamen solo Jos — nervioso — Jos

— Ok ¿y porqué Jos y no José?

— Es que mi hermana y mi mamá desde pequeño me decían así y pues... desde ahí se me quedó Jos — apenado — Jos

— De acuerdo, ¿que te gusta hacer en tus tiempos libres Jos?

— Trató de relajarse lo más que pudo — Me gusta salir en mi patineta o a veces suelo tocar la guitarra — Jos

— Ok... — tomó la solicitud de trabajo — Por lo que veo en tu solicitud has trabajado en diferentes cosas

— Sí, he trabajado de todo un poco — Jos

— Y tienes buenas referencias... eso habla bien de ti ¿Sabes manejar programas básicos de la computadora como excel, word, etc?

— No mucho, pero si me lo permite estoy dispuesto a aprender — sonrió — Jos

— Miro las otras dos solicitudes de los anteriores chicos, venían con buenas recomendaciones pero a la hora que los entrevistó no se veían que tuvieran el interés que tenía aquel chico — ¿Cuanto tiempo haces más o menos de tu casa hasta aquí?

— Mmm... alrededor de 15 minutos en auto y 25 o 30 en autobús — Jos

— Ok, ¿cuanto esperas ganar de sueldo?

— No sabría cuanto... — se puso la mano en la nuca nervioso — Jos

— No te pongas nervioso Jos, piensa más o menos alguna cantidad razonable que cubra tus necesidades

— Mmm... tal vez ¿4,000 al mes? — Jos

— ¿4,000?

— Sí — asintió con la cabeza — Jos

— Pues te tengo una buena noticia vas a ganar más de eso, para ser más exactos $6,000 al mes

— ¡Wow! — sorprendido — Jos

— ¿Cuándo estás dispuesto a empezar?

— Mañana mismo — Jos

— Muy bien, entonces mañana debes presentarte con ropa formal aquí en mi oficina a las 8:00 am, Jos

— ¿Enserio? Eso quiere decir que, ¿me dio el empleo? — boquiabierto — Jos

— Sí, Jos

— No podía creerlo — Muchas gracias, enserio muchísimas gracias, le juro que voy a poner todas mis ganas para aprender y que no se arrepienta de haberme contratado — Jos

— Por favor háblame de tú y eso espero Jos

— Ya veras que sí — Jos

— Entonces nos vemos por aquí mañana — sonrió

— Claro que sí, aquí estaré — Jos

(...)

Ya había atardecido, llegó hasta los  departamentos y subió las escaleras hasta el segundo piso.

Sacó las llaves de sus bolsillos y abrió la puerta.

— ¡Ya regrese, bebé! — mientras dejaba sus cosas a un lado.

Alonso no estaba en la sala ni cocina — ¿Alon dónde estás? ¡No te escondas! — Jos

Alonso salió de uno de los cuartos.

— ¡Jos! No te escuché llegar — Alonso

— Ya lo note, pensé que habías salido — Jos

— No, estaba acomodando unas cosas en el cuarto. ¿Cómo te fue? — Alonso

— Al principio no muy bien, pero al final logré conseguir empleo en una oficina — Jos

— ¿En una oficina? Vaya, así que diario te podré ver vestido de traje — hizo cara picara — Alonso

— Jaja sí... Que sexy te ves hoy — con una mirada coqueta

Alonso solo vestía unos bóxers cortos en color blanco y ajustados, además de una camiseta floja.

Por cierto, tú y yo tenemos algo pendiente — Jos