➸ Dieciocho

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Había pasado una semana desde que Jos le había propuesto matrimonio a Alonso; ya estaban preparando todo para la boda. Querían que fuera algo bonito y sencillo, así que sólo tenían pensado invitar a las personas más cercanas a ellos.


— Alon, ¿Qué pasa porque tengo tantas llamadas tuyas? — dijo Alan al otro lado del teléfono

— He estado llamandote porque tengo algo que decirte, a decir verdad muchas cosas. ¿Dónde te metiste? — Alonso

— Perdón, es que mi padre me llamó para que fuera a ayudarlo con la decoración y algunas cosas para su nueva casa y tuve que salir de la cuidad. Y pues... aquí no hay muy buena señal; tengo que andarme moviendo por todos lados.

¿Qué es eso tan importante que tienes que decirme? — Alan

— Ah, ahora entiendo. Porque también fui a tu casa y no te encontré, supuse que habías salido de vacaciones o algo así, como siempre agarras y te vas de pata de perro — Alonso

— Jaja no, estaba con mi padre, de hecho aún sigo aquí. Ahora sí cuéntame ¿en que puedo ayudarte? — Alan

— Como se que eres muy bueno en esto, necesito que me ayudes con unas invitaciones — Alonso

— Claro, ¿para que evento son? — Alan

— Mmm... Para una boda — Alonso

— Ok, ¿es para alguna prima tuya? — Alan

— No — Alonso

— ¿Una tía? — Alan

— Tampoco, son para mi.... — Alonso

— ¿Tú? — Alan

— Son para mí — Alonso

— ¿Para ti? ¿Tú para que las quieres?  — Alan

— Pues para que más va a ser. ¡Me voy a casar! — Alonso

Escupió el té que estaba tomando — ¡QUÉ! ¿escuché bien? ¿Te vas a casar? — Alan

—  Sí, lo que escuchaste — Alonso

— ¿Cómo? ¿Cuándo?. Me voy unos días y me entero que te vas a casar, no puedo creerlo.

¿Quién es el afortunado? — Alan

— No lo vas a creer — Alonso

— No, con el chico guapo que te pidió el número la otra vez en el cine — Alan

— ¿El chico del ci...? ¡No! — Alonso

— ¿Entonces? — Alan

— Pues con quién más, pues con Jos — Alonso

— Jaja que buen chiste espera... ¡QUÉ! ¿con Jos? — abrió los ojos como platos — Que no se supone que... espera, yo me quede en que ibas a hablar con él pero nunca imaginé que tú y él.

No, yo quedé en shock — Alan

— Pues sí, pero — suspira — es una larga historia, que no puedo contarte por teléfono — Alonso

— Ya lo creo, ¿y cuándo se casan?. Lo pregunto para ver cuanto tiempo tengo para las invitaciones — Alan

— La próxima semana — Alonso

— ¡QUÉ! ¡AGARRENME QUE ME DA ALGO!

En una semana no creo poder tener todas listas, es muy poco tiempo — Alan

— Lo sé, pero vamos Alan. Tú eres un genio en todo eso, confío en ti.

Por favor — Alonso

— Mmm... esta bien, solo porque se trata de ti, tomaré el primer vuelo a la cuidad de México e iré directamente a tu departamento a que me cuentes todo con lujo de detalles — Alan

— Jaja esta bien, graciaaaas por eso te amo — Alonso

— ¿Me amas? — Alan

— No te emociones, como amigo tonto — Alonso

— Jaja, ya lo sabía. Nos vemos por allá — Alan

— Nos vemos — colgó el teléfonoAlonso


never walk alone; jalonso villalnelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora