never walk alone; jalonso villalnela

➸ Dieciséis

Sonó la alarma de su celular; eran las 7:00 am, la apagó y se levanto de la cama con mucho cuidado para no despertar a su pequeño Alonso.

Caminó hasta la regadera y abrió la llave, espero unos segundos a que el agua estuviera templada y se metió a bañar.

Minutos después...

Salió de la regadera con la toalla alrededor de sus caderas. Fue hasta el otro cuarto donde tenia un poco de su ropa, la demás se había quedado en su departamento.

Tomó un saco en color negro, una camisa blanca, una corbata color rojo y un pantalón de vestir del mismo color que el saco.

Nunca le agrado la idea de vestirse formal, no iba mucho con su estilo, pero todo sea por el empleo.

La toalla cayó al piso y se puso los bóxers, seguido de sus calcetines. Tomó el pantalón, después agarró el desodorante en spray y se puso un poco, espero unos segundos a que secara para posteriormente ponerse la camisa.

Se miro al espejo para arreglar su cabello pero algo llamó su atención, tenía un pequeño chupetón debajo del cuello.

— Vaya, sí que se puso intenso anoche — soltó una pequeña risita — Jos

— ¿De que te ríes, amor? — dijo Alonso al entrar por la puerta

— Sorprendido — ¿Qué haces despierto a esta hora, bebé? —  Jos

— Estaba dormido pero de repente ya no te sentí en la cama, pensé que te habías ido sin despedirte por eso vine a buscarte — Alonso

— Ay, bebé. No me iría sin despedirme de ti — se acerco y le dio un beso en la frente — Ahora debo apurarme o llegare tarde — Jos

— Son las 7:15 am amor, aún es temprano — mientras jugaba con su cabello — Alonso

— Sí, pero prefiero llegar unos minutos antes a llegar tarde el primer día — Jos

— Está bien — hizo cara de puchero — Alonso

— Necesito ese empleo, bebé. Por eso debo ser puntual y ya voy tarde — tomo el saco y camino hasta la puerta del cuarto — Jos

— ¡Espera, amor! Tu corbata — Alonso

— Oh, cierto — la tomo y se la puso alrededor de su cuello — Jos

— Déjame ayudarte — la acomodó bien e hizo un nudo — ¡Qué guapo te vez! — hizo cara pícara — Alonso

— ¿Me veo sexy? — alzó una ceja — Jos

— Lo miro de arriba abajo — Ush, demasiado sexy — le lanzó una mirada coqueta — Alonso

— Ya basta, que me sonrojas — se cubrió sus mejillas y huyó de ahí hasta la puerta — Jos

— ¡Jos! — Corrió hasta alcanzarlo — ¿regresarás temprano, amor? — Alonso

— No lo sé bebé, pero... espero estar de regreso antes de las 7:00 pm y así poder salir a cenar — Jos

— Sorprendido — ¿Iremos a cenar? — Alonso

— Sí, así que te pones más guapo. Ahora debo irme — se acerco y le dio un beso de lo más casto, tomó su portafolio y salió corriendo por el pasillo — Jos

— ¡No olvides que te amo! — Alonso

— Y yo a ti, bebé — Jos

***

Le habían asignado un pequeño cubículo a Jos, en el segundo piso frente a una gran ventanal que daba una gran vista de la ciudad.

La gran mayoría de sus compañeros de trabajo eran más grandes que él, solo había una chica de cabello castaño y rizado, con unos ojos color esmeralda y llamativas pestañas, que era un año mayor a él. Su nombre era Emily.

Emily, es su compañera de enfrente, ella desde el primer momento en que lo vio se acerco a presentarse y le dijo que si necesitaba ayuda no dudará en ir con ella.

Y vaya que la necesitaba, fue hasta su lugar y le enseño como usar algunos programas que ni tenia idea de que existían, y hasta le dio un pequeño tour por la oficina.

(...)

El reloj marco las 3:00 pm y todos de inmediato salieron como hormiguitas de la oficina.

— ¿No vas a salir? — pregunto Emily

— ¿A dónde? — Jos

— Pues a comer, jaja — Emily

— Ah, sí. Pero... no sé a dónde ir — Jos

— Pues si me lo permites puedo llevarte a un pequeño restaurante cerca de aquí, tienen una comida que ¡mmm! está para chuparse los dedos y lo mejor, es súper barato — Emily

— Suena bien  — Jos

— ¿Entonces vamos? — Emily

— ¡Vamos! — Jos

Tomamos nuestras cosas y salimos de la oficina.

(...)

En el camino íbamos en silencio, ninguno de los dos decía nada, hasta que Emily rompió el hielo.

— ¿Y vives aquí cerca, Jos? — Emily

— Algo, como a 15 minutos o un poco más. ¿Y tú? — Jos

— Sí, de hecho vivo a dos calles de la oficina — Emily

— Wow, que padre. No te tienes que levantar tan temprano — Jos

— Jaja podría ser pero no, me gusta ir a correr un poco antes de venir a trabajar — Emily

— ¿Enserio? Vaya, yo antes iba a correr en las mañanas — Jos

— ¿Y porque ya no vas? — Emily

— Me he vuelto un poco flojo, jaja — Jos

— Jaja ¡ay Jos! — Emily

— ¿Aún falta mucho? — Jos

— No, de hecho es aquí en enfrente — Emiliy

— Menos mal, me dijiste que estaba aquí cerca y ya siento que fuimos hasta el fin del mundo jaja — Jos

— Jajaja calmate, si no está lejos — Emiliy

— Jaja eso dices — Jos

— Jajaja ush, ya mejor entremos a comer — Emiliy

***

— Abrió la puerta — ¡Alon, bebé! ¡ya regresé! — Jos

— Corrió y se lanzó a sus brazos — ¿Cómo te fue en tu primer día, amor? — Alonso

— Muy bien, bebé. Uy, que guapo te vez pecosito — Jos

— No más que tú, Jos — le deposito un beso sobre los labios — ¿Ya nos vamos? — Alonso

— Ya casi, solo debo cambiarme — Jos
— Pero si así te ves guapo, puedes irte así — Alonso

— Se quedó callado unos segundos — Mmm... esta bien, bebé — Jos