Noche.

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Tú que con un susurro silencioso me invitas a pasar el tiempo contigo, en ti. Tú que te desvistes con ternura de locura, que revistes tus horizontes con un pictórico fulgor divino, donde el desastre del amor es visible, donde entre bulevares muestras tus miserias más hermosas, eres tan antiquísima e idéntica, siempre vestida tan solemnemente de lentejuelas cósmicas, con tu vestido de infinito, tus bordes de engranajes eléctricos.
Besas lentamente llenando con tu presencia las calles de penumbra, con lúgubre decencia asesinas el día, musa de mi vida, llorando me pides existir en la fugaz mortalidad, pides más drogas y más nicotina mezclada con el carmín, más sexo con placer, más bailes con sudor, más besos con pasión, más lágrimas con dolor, más tristeza con rubor, me pides más vida en lugar de amor.

Parajes De PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora