Capítulo Uno

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Miro el folleto mientras caminaba por las calles de la ciudad tranquilo. El rubio tenía una leve sonrisa pensando en que ese día por fin comería algo diferente. Fue mera coincidencia que mientras paseaba, el folleto cayera a sus píes.

“¡Sábado! Gran feria de hortalizas. Asista

Comida gratis
Juegos
Conozca personas nuevas
Observe verduras de tamaños inimaginables

¡Animese a asistir! Es toda la semana”

Aunque Springtrap tenía la educación en cero ya estaba familiarizado con la palabra "gratis", esa era una palabra mágica y poderosa, incluso más que el famoso "por favor" y el alargado "gracias" que son hábitos de personas educadas.

Springtrap se convenció con la parte de "comida gratis", lo gratis siempre es bueno. El no era muy exigente con la comida pero siempre comía tomates y frijoles. Algunas veces que Foxy y Mangle le llevaban comida de su escuela, por lo cual aquello era como un milagro para el rubio.

— Debe ser aquí — murmura frente a un edificó, parece un centro de convenciones. Las paredes son de un frío color gris, tenía plantas al frente muy bien cuidadas, para llegar a la entrada había que subir unas escaleras, eran seis o siete aproximadamente, Springtrap no se tomo la molestia de contarlas. Solo las sube para empujar la puerta de vidrio y entrar. El ambiente era tranquilo, habían bastantes personas caminando de un lado a otro, las personas de los puestos anunciaban con entusiasmo sus productos y los que pasan da un lado a otro llevan canastas y bolsas de tela comprando cosas. Aunque entre la bulla y el gentilicio solo una cosa llama la atención

— ¡Muestras gratis! — gritaba un hombre con un tupido bigote y una gorra roja, el cual estaba tras un puesto cuyo producto principal eran las manzanas. Casi flotando Springtrap llegó frente al hombre

Miro finamente la bandeja de muestras, unas manzanas acarameladas no muy grandes, a comparación a las que tenían precio

— Adelante joven, pruebe las manzanas acarameladas — dijo el vendedor sonriente. Springtrap tomó el palito que estaba clavado en la fruta, para levantarla y darle un mordisco. Sus ojos se iluminan emocionados

— ¡Sabe delicioso! — anunció alegre y con una sonrisa. Algunas personas que vieron al rubio morder la manzana se acercaban al vendedor, llamado Don Toño, para comprarle sus productos. La sonrisa que embozo el rubio, sus ojos iluminados y la alegría con la que declaró que aquella manzana con caramelo era muy buena, fue un elementos atrayente para el público que dudaba en comprar con Don Toño, pues Springtrap desprendía una muy buena vibra y carisma, además de que a plena vista se veía como una persona desinteresada y confiable, por alguna razón esos elementos eran base para llamar la atención del público, más que nada de las chicas, que al ver la sonrisa tan honesta de Springtrap, casi se derriten de dulzura

— ¡Oye chico! ¡¿Quieres unas galletas de avena?! — una señora que se fijo del magnetismo de Springtrap a la clientela, le ofreció su producto con la esperanza de atraer gente a su puesto.

Springtrap gustoso tomo una de las galletas, hechas con avena, miel, canela y almendras según el anunció. Al morderla, se quedó masticandola una y otra y otra vez sintiendo lo agradable del crujir, el sabor era agradable, no era muy dulce como para empalagarlo ni muy insípido para asquearlo, por lo cual tomo otra galleta para alejarse, y claro el público se acerca a comprar galletas en el antes vacío puesto de productos hechos a base de almendras y avena.

Y así Springtrap probó muchas cosas, galletas, dulces, jugos, pasteles. Más que nada por la avaricia de los vendedores de que el rubio gustara de sus productos y atrajera más personas. Aunque en una que otra ocasión, Springtrap desagradó de lo que le dieron, en uno de los puestos le dieron una fritura con relleno de espinacas, pero encontró un pelo dentro de su muestra, cuando saco la lengua en señal de ascó, las personas que estaban por darle su dinero al vendedor, se alejaron mirando mal al hombre que tiraba su gorra al suelo con enojó.

Springtrap seguía caminando por ahí, mirando los puestos con interés, esto mientras comía una berenjena frescas que le regalaron. No llevaba ni la mitad de la convención cuándo ya de había empezado aburrir, y aun le faltaba la parte de afuera, donde estaban los vegetales gigantes y los juegos para los niños

Aunque hubo un puesto en particular que llamó su atención, un puesto que no tenía ni un cliente. El puesto vendía jugos, el cartel era llamativo y muy lindó, de color amarillo, naranja y verde. Se veía limpió, pues los tres chicos que lo atendían llevan redes para la cabeza, guantes y un delantal blanco y aparté el chico que anunciaba y daba promoción al producto tenía una sonrisa grande y ojos naranjas tan bonitos. Springtrap se sintió atraído por el lugar, y el vendedor. ¿Como podía estar vacío? 

Detalló a los vendedores. Una chica castaña de ojos chocolate, tenía una simpática sonrisa, bebía uno de los jugos, Springtrap no identificó de que era pero tenía un color amarillo opaco inusual por lo que debía ser de maracuya o piña, esta chica ordenaba vasos de plástico. Un castaño pecoso, cuyo fleco tapaba sus ojos, este estaba más alejado y solo cortaba algunas frutas. Y por último un chico de un llamativo cabello naranja peinado estilo afro-hippie, poseía ojos anaranjados y una enorme sonrisa mientras presentaban sus bebidas. Los precioso eran relativamente bajos, en comparación a lo que esos estafadores querían venderle un zumo de naranja, y el tamaño estaba bien para el precio –el más pequeño a un dolar, el mediano a tres dólares y el más grande a seis dólares, había a una promoción de dos grandes por nueve dólares–, Sin más llegó al vendedor

— ¡Hola joven! ¡¿Gusta un jugó nutritivo y delicioso?! — el pelianaranjado le ofreció un jugó pequeño, las personas que venían siguiendo a Springtrap empezaron a murmurar entre si preguntándose si de verdad el rubio probaría eso. Pues la bebida tenía un inusual color verde pasto y se veía muy espesa e incluso tenía algunas burbujas

— ¡Seguro! — Springtrap mete la mano en su bolsillo, para empezar a hurgar. Sacó una pelusa, un botón y un clip. Se sonrojo avergonzado, miro disimuladamente a los chicos del puesto de jugos. El más alto, que es quién le atiende solo le sonreía, claramente sin apuros o presiones. La chica le miraba curioso aún bebiendo su jugó. Y el más pequeño castaño ni siquiera le importaba, estaba más entretenido picando frutas

Del otro bolsillo sacó un dolar, arrugado y mal doblado para dárselo al pelianaranjado. Que lo recibió para darle el jugó y agacharse para posiblemente guardar el dólar.

Springtrap tomo la pajilla, el vaso estaba frió y ñe dejaba una agradable sensación en los dedos. Dirigió su boca a la pajilla para empezar a succionar suavemente

— Que bien sabe — dijo feliz, pues los sabores era fuertes, podía sentir manzana, banana, fresas, y moras. También era refrescante, le había quitado la sed de inmediato. Ese fue un dolar muy bien gastado, pues el jugó era delicioso, aunque se veía espeso en el vaso, no lo era para nada al pasar por la garganta. Cuando se alejó muy sonriente con su bebida de frutas, el gentilicio se fue contra el vendedor. El cual muy sorprendido empezó atender a todas esas personas.

Mientras Springtrap se alejaba muy feliz.

.~ Una manzana, tres bananas y dos zanahorias cortadas ~.

- Vegetariano - [Springtrap×Towntrap] [FNAFHS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora