Detras De Mi Ventana©

Capitulo 44

Regresaron al hotel y ya era tarde, entraron en esa acogedora recamara, estaba de lo mas suave, Niall se acostó y se tapó, cerró los ojos mientras Casey estaba arreglándose en el tocador, con solo la luz de las lámparas al costado, Casey se puso en frente a observar como Niall descansaba, se miraba tan adorable acostado, así que se escabullo por los pies de Niall, metiéndose debajo de la sabana, y acariciando con su boca las piernas de Niall, y después su entre pierna, Niall solo sonreía y soltaba unos gemidos leves, mientras trataba de buscar por debajo de la cama el rostro de Casey, pero ella estaba ocupada bajando los pijama de Niall y chupando con delicadeza cada parte intima de él, así que Niall no tuvo mas remedio que hacer la cabeza hacia atrás y disfrutar del placer que Casey le daba. Casey fue subiendo hasta con Niall y besando su cuello lentamente llegó a los labios, y se besaron apasionadamente, Niall recorría con la yema de sus dedos aquellas curvas de Casey, mientras trataba de deshacerse de la ropa de ella, que al parecer, le estorbaba demasiado. Cuando quedaron sin ropa Niall se posiciono encima de ella, sin dejarla de besar cada vez con mas pasión y locura, cada vez que hacían el amor era especial e inolvidable, pero esa vez la noche parecía que ardía dentro de esa habitación, sus cuerpos sudados haciendo contactos tan íntimos, el pene de Niall quería estallar de tanta excitación que sentía... Casey le imploró que la hiciera suya de una vez, Niall no necesito que Casey se lo volviese a repetir, tan decidido empezó a penetrarla rápido, parecía que la adrenalina corría por las venas de los dos, desesperados por mas placer, y mas... terminaron después de un rato agotados, y sin energías, pero satisfechos. Niall besó la frente de Casey y le dijo lo mucho que la amaba, mientras la acorralaba con sus brazos y los dos caían dormidos sin saber más del mundo.

Los días pasaban, se acercaba más la fecha de su regreso, de nuevo a casa... en todos esos días no hubo uno solo donde no hicieran el amor, si estaban en la alberca, se aventuraban en la madrugada hacerlo cuidadosamente, si estaban en la playa, esperaban a que la gente se alejara y se entregaban en cuerpo y alma, con la luna y las estrellas de testigo, les gustaban las aventuras extremas, todo era tan perfecto entre ellos dos, hasta que un día antes de su partida, tocan a la puerta, Casey se estaba bañando, y Niall había bajado a pagar el alojamiento, la muchacha de servicio siempre tocaba la puerta y Casey solo presionaba un botón y esta se abría, así que cuando escuchó que tocaban, se imagino que era ella, salió por un momento, presiono el botón y se siguió bañando, cuando salió cambiada, se dio cuenta que no era la muchacha de servicio, o si lo era, dejo toda la habitación impecable ya que se había robado todo su equipaje, y joyas... se alteró mucho, llamó a Niall, recordando que tenía guardado el celular bajo la almohada.

— Niall, nos acaban de robar, ven de inmediato —le dijo nerviosa, alterada, con miedo.

— ¿¡Qué!? –preguntó alarmado—. Voy para allá.

En un instante llegó, Casey le contó lo que había pasado... Niall reviso en el closet del baño y era lo único que habían dejado, los boletos de avión, que habían guardado bien, en caso de emergencias, hablaron a seguridad del hotel, para reportar el robo, mientras Niall trataba de tranquilizar a Casey que estaba muy asustada.

— Ya, amor, tranquila. Sólo son cosas materiales.

— Ese no es mi trauma, deje pasar a un desconocido, o desconocida, por confiada, imagínate que me hubiera hecho algo a mi, o a ti, jamás me perdonare este descuido.

— Pero no pasó nada, descuida, ya, amor —le besaba la frente, pero Casey seguía histérica, y Niall no sabía por qué.

— Vez, a eso se refería la gitana, ¿la recuerdas?

— Tienes razón, supo que necesitaríamos ayuda, esto ya estaba predestinado, iba a pasar de todos modos, pero estarías bien, yo estoy contigo y nada malo te pasará. Te amo.

— Niall, y-yo... no me siento bien —dijo al momento que caía en la cama, se había desmayado.

— Casey —le sacudía el cuerpo—, respóndeme, despierta, por favor, cariño. Amor, despierta.

Niall inmediatamente llamo al doctor del hotel, después de unos minutos subió y ayudo hacer que Casey despertara.

— Señor Horan, creo que a su esposa se le bajo la presión.

"¿Señor? ¿Esposa? El doctor cree que... da igual." Pensó.

— ¿Ella está bien?

— Si, esta bien, solo déjela descansar un poco, pero no estaría mal hacerle unos estudios, en el consultorio del hotel contamos con esos elementos, si gusta puede pasar hoy por la tarde para hacerle el estudio.

— Gracias, lo acompaño a la puerta.