A pesar de todo, te quiero.

Cinco.

"Soñé que me engañabas." -Dijo Laura.

Eran tan solo las nueve de la mañana y Laura no conseguía pegar ojo.
Las persianas estaban bajadas y no había casi luz, entraba un pequeño rayo de sol y Francisca roncaba de una manera exagerada.
Laura resopló. Quería desayunar pero no quería bajar sola al comedor. La tripa le hacía ruído.

Mientras, Erika estaba en clase de castellano, dando la narrativa del siglo XX, un completo aburrimiento.
Prestó atención unos segundos y más tarde desconectó por completo y se puso a escribir.
Recordó que le había vibrado el móvil y lo sacó a escondidas. Leyó el mensaje.

"Eso nunca pasará amor." -Contestó.

Laura oyó que le sonó el móvil y rápidamente lo cogió por exceso de aburrimiento.
Al leer el mensaje de Erika sonrió.

"Te quiero." -Dijo Laura.

"Yo más."

Erika guardó el móvil y siguió atendiendo los diez minutos que le quedaban de clase.

-¿Por qué página vamos? -Preguntó Carlos, su compañero.

~A buenas horas me pregunta esto. ~Pensó.

-Noventa y tres. -Contestó

-Gracias.

Erika lo miró y siguió atendiendo.

Se hicieron las diez y media y la madre de Laura por fin despertó.

-Vamos a desayunar. -Dijo Laura.

Francisca asintió.
Bajaron al comedor y cada una escogió lo que mas le gustaba.
Toda la gente que pasaba por el lado de Laura hablaba un idioma distinto al español, pero no todos hablaban alemán.
Había sobre todo ingleses y le pareció escuchar acento francés, pero no estaba segura.
Laura solo dominaba el español y un poco de inglés.
Cogió un plato y en él depositó una rebanada de pan de molde recién tostado, un sobre de mermelada y rellenó un vaso de zumo de naranja natural.
Al darse la vuelta chocó con una chica rubia y se le cayó todo.

-Sorry. Are you OK? -Preguntó Laura.

-Yes, don't worry. You?

-Yes.

-Wait, I can help you.

-No, don't worry. -Dijo Laura un poco nerviosa agachándose a recoger.

-Yes. -Insistió la chica agachándose también.

Las dos chicas se miraron a los ojos a poca distancia y Laura rápidamente giró la cara mirando así el suelo, este manchado de zumo.

Acabaron de recoger y Laura, muerta del hambre aún, se dirigió a recepción a por una fregona.

-Wait! -Dijo la chica rubia.

Laura se giró.

-Tell me.

-What's your name? -Preguntó.

-Laura.

-I'm Julen. Are you spanish?

-Yes.

-Spain is very beautiful. -Dijo Julen.

-Yes. -Sonrió Laura.

Laura no sabía muy bien cómo decirle que tenía mucha hambre y que aún tenía que ir a por la fregona, así que, sin más, fue a por la fregona en un momento, lo fregó, devolvió la fregona y al fin pudo desayunar.

A lo tonto se hicieron las once menos cuarto y Erika salió al patio y se sentó con Ainhoa.
Estuvieron hablando varios minutos y Esther poco a poco se iba acercando a ellas.