Ocho.

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Amaneció el día un poco nublado, se avecinaba una tormenta bastante fuerte y, como era de esperar, no tardó mucho en comenzar a llover.

Un enorme trueno hizo que Erika se despertase, estaba bastante oscuro, pero algo se podía divisar y, al abrir los ojos, se encontró con el rostro de Laura. Erika sonrió contemplando como la chica dormía.
Le acarició suavemente la mejilla y se levantó a mirar la hora.

Apenas eran las ocho de la mañana, fue al baño y se volvió a tumbar al lado de Laura.

Otro trueno, aún más fuerte que el que despertó a Erika, sonó y este fue capaz hasta de despertar a la chica de ojos verdes.

Laura abrió los ojos y se percató de que su novia la estaba mirando.

-¿Qué pasa? -Preguntó Laura sonriendo.

-Buenos días, princesa. -Dijo Erika en un susurro, acercándose para besarle la frente.

-Buenos días, mi vida.

-¿Qué quieres desayunar? -Habló Erika.

-Mmm, no sé.

-¿Quieres tostadas?

-No. -Negó Laura sonriendo tontamente.

-Tú decides.

-Te quiero a ti. -Aclaró Laura sin dejar de sonreír.

Erika sonrió más y se acercó a los labios de Laura depositando un suave beso en ellos.

Derrepente, sonó el móvil de Erika y esta se levantó a cogerlo.

-Número privado. -Dijo Erika.

Laura se quedó observándola mientras Erika cogía el teléfono.

-¿Quién?

-Erika. -Dijo una voz femenina através del teléfono.

-¿Quién es?

-Por favor, no me cuelgues.

-¿Que quién es? -Repitió Erika.

-Dime por favor que no me vas a colgar.

-Que no. ¿Quién eres? -Dijo Erika tratando de no perder la paciencia.

-Soy Esther. -Dijo al fin.

Erika miró a Laura.

-¿Qué quieres? ¿Y por qué me llamas en número privado?

-Porque sé que si te llamaba sin número privado no me lo ibas a coger.

-¿Qué quieres?

-Una oportunidad.

-Joder... que tengo novia. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?

Laura miró a Erika y frunció el ceño.

-Dame. -Dijo Laura.

Erika le hizo un gesto con la mano, dándole a entender que se esperase.

-Solo quiero quedar contigo. ¿No podemos ser amigas al menos?

Erika quedó en silencio sin saber qué contestar.

-Erika... -Volvió a hablar Esther.

-¿Qué pasa? -Susurró Laura.

-No sé, Esther. -Dijo al fin Erika. -No te has comportado como debías y creo que no mereces una oportunidad.

Laura miró a Erika enfurecida.

-Por favor, solo una. -Dijo Esther.

-No, lo siento. -Dijo rápidamente Erika viendo la cara de rabia que tenía Laura y colgó. -¿Qué pasa, amor? Tranquilízate.

A pesar de todo, te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora