A pesar de todo, te quiero.

Epílogo.

Unos años más tarde...

Laura falleció tres meses después del atropello, fue un día triste para todos, sobre todo para Erika. No podía estar más rota por dentro, no quería hacer nada. Solo hizo un último esfuerzo y fue escribir esta carta en un papel mientras sus lágrimas salían y lo mojaban:

Tú eras la razón por la que yo sonreía, la razón por la que era feliz. ¿Por qué a ti? ¿Por qué tan joven? ¿Por qué este final tan trágico? Tengo tantas preguntas que nadie me sabe responder...
La única persona de la que he estado enamorada, con la que perdí mi virginidad, la única que de verdad me ha hecho feliz incluso antes de esos dos meses, a la distancia, cuando nos fuimos a la capital y tú te pusiste de mala hostia porque te dije que era ropa de recambio y no comida... fue uno de los momentos finales. Como aquella discusión porque no te defendí delante de Esther, te dejé ir y ahora ya no estás. Te lo juro que no entiendo nada, estés donde estés espero que leas esta carta, porque mi vida ya no tiene sentido si tú no estás. Llevaba años enamorada de ti, pero no sé qué pasó. Ha pasado todo tan rápido...
Pienso que tampoco fue para tanto, que una discusión la tiene cualquier pareja. Quizás el destino no quería que estuviésemos juntas y te separó de mí de una manera brusca y cruel. No me lo creo. ¿No podría haber sido yo? O simplemente habernos separado de otra manera. No te lo merecías. Eras muy grande, eras mi musa. Te quiero, te quise y te querré, estemos donde estemos. No lo olvides. Siempre estarás en mi corazón.

Erika estuvo largas temporadas sin salir, no hacía nada e incluso pensó en el suicidio, su madre la ayudaba a salir adelante. Se pasaba las noches llorando, mirando fotos, recordando momentos... se quedó muy delgada, no comía y tuvo bastantes problemas psicológicos.
Al cabo de dos años, poco a poco fue conociendo a una chica, la cual le ayudaba a seguir adelante, era su gran apoyo.
Rehizo su vida muy lentamente, pero al final lo logró.