Diez.

48 0 0
                                    

Empezó una nueva semana, otro lunes más, madrugar para ir al instituto, lo de siempre. Entre clases aburridas y lecciones de profesores, pasaron las tres horas primeras y salieron al patio. Erika se encontraba con Esther en las gradas del instituto y Laura y Ainhoa se acercaron.

-Hola amor. -Dijo Laura.

No dudó en lanzarse a besarla, delante de Esther. Esther se quedó mirándola.

-¿Qué hacíais? -Preguntó Laura.

-Nada que te importe, metomentodo. -Saltó Esther.

-Me importa, porque es mi novia, cara alpargata. -Contestó Laura.

-Que seas su novia no te da derecho a agobiarla, cara mierda. -Siguió Esther.

-No me agobia. -Se metió Erika.

-Bueno, me la suda, se mete en todo.

-Mira vas a llamar fea a tu puta madre, niñata. -Dijo con rabia Laura, alzando un poco la voz.

Dos chicos que estaban al lado se giraron.

-Si lo eres no es mi culpa, puta gorda.

-Habló la enana de los cojones. -Dijo Laura.

-¿Podéis parar? -Dijo Erika.

-No, es que va de chulita y mucho ladrar pero poco morder. -Dijo Laura.

-¿Que qué? -Dijo Esther indignada.

Esther se lanzó a por Laura, cogiéndole el pelo y Erika rápidamente se metió a separarlas, pero no pudo hacer mucho, ya que las dos hacían demasiada fuerza para alcanzar a la otra, Laura le pegó un puñetazo bastante fuerte en la cara, la gente les hacía rondo, Ainhoa cogió como pudo a Laura por detrás y Erika a Esther.

-¡Ya! -Gritó Erika.

-Vosotros, podéis ir a mirar la bulla a vuestra puta casa, pesados de mierda. -Dijo Laura.

La gente poco a poco se fue dispersando.

Laura, repleta de rabia y con lágrimas en los ojos, miró a Esther y a Erika de mala manera y se fue. Ainhoa fue detrás de ella y Erika también, dejando así sola a Esther.
Ainhoa cogió a Laura del brazo intentando captar su atención.
Laura se giró.

-Tranquila. -Dijo Ainhoa.

-¡Laura! -Gritó Erika.

-Me parece increíble que no me hayas defendido. -Dijo Laura con lágrimas en los ojos.

Erika bajó la cabeza.

-Lo siento. -Dijo apagada.

-Creo que esas palabras no sirven, no vas a curar todo el mal con dos palabras de mierda. -Dijo Laura decepcionada.

-Perdóname.

Ainhoa solo observaba.

-Déjame, por favor. -Dijo Laura mientras dos de sus lágrimas salían.

Laura caminó hacia el baño.

-¡Espera Laura! -Gritó Ainhoa.

-¿Me puedes dejar sola, por favor? -Preguntó Laura.

-Sí... -Contestó Ainhoa.

Mientras Laura se alejaba, Ainhoa miraba a Erika, esta última rota.

-¿Estás bien? -Preguntó Ainhoa.

-No. Soy una inútil. -Dijo mientras se sentaba en un banco.

-No digas eso, un error lo tiene cualquiera.

A pesar de todo, te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora