[D I A 3] (2/2)

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-No lo sigas...

-¿Que quieres decir con eso?- pregunté más que confundido.

-Solo hazme caso.

-Estas loco.

Lo aparte de mi camino y corrí hacia las escaleras.

Bajé hasta llegar a la puerta principal del edificio y salí a toda prisa buscando a Jin.

Logré divisarlo a unos metros, el caminaba a paso lento, como si nada le preocupara.

Me acerque lo más que pude, sin embargo no llegue hasta el, no quería que pareciera como acoso.

Se detuvo en una farmacia, abrió las puertas de cristal adentrandose en el lugar y comenzó a comprar algunas cosas como alcohol, gasas, algodón, etc etc.

Espere unos minutos para no hacer tan obvio que iba detrás de él, una vez que pasó un tiempo considerable, me adentré y me acerque fingiendo no haberlo visto.

-Buenas señorita- hablé y sentí como su mirada se posó en mi- ¿Me podría vender unos curitas?- en realidad fue lo primero que se me ocurrió.

-Claro, permítame un momento.

Asentí y la joven de cabellos rubios fue detrás de los estantes a buscar lo que había pedido, mi vista viajo por todo el lugar pero sin pasar por donde se encontraba Jin.

-Jimin ¿cierto?

Voltee a verlo y fingí sorpresa de encontrarlo por ahí.

-Doctor... Que coincidencia.

Me regaló una de sus preciosas sonrisas y luego negó con la cabeza lo cual me extraño- ¿Tu crees que fuera una coincidencia?

-Mm pues si...

-Lo digo porque me di cuenta de que me estabas siguiendo.

Sentí un nudo en el estómago, ¡Que estúpido! ¿Como pudo notar mi presencia?. Sentí mis mejillas calentarse y mi cuerpo empezó a temblar.

-Y...Yo no se de qué habla.

Automáticamente desvíe la mirada a otra parte, me sentí muy apenado.

-Vamos Jimin, se que me seguías, ¿Porque?

Tragué en seco, mi corazón comenzó a palpitar rápidamente y mis piernas estaban débiles.

-No... No se de qué habla...

El frunció el ceño y se acercó a mí, giré para verlo y me topé con su rostro demasiado cerca del mío, podía sentir su respiración sobre mis labios.

Me aleje de inmediato y caminé a paso rápido hacia la salida, girando para verlo y note que levantó las cejas antes de gritar:

-¡CUIDADO!

Puse mi vista al frente pero fue muy tarde, mi cara quedó embarrada en el vidrio de las puertas, por el impulso del golpe caí al piso.

-¡Dios santo! ¿estás bien?- me preguntó Jin hincándose a mi lado y tomándome del brazo para ayudarme a parar.

-S...Si.

Pude responder sintiendome la persona más estúpida del mundo... ¡Que vergüenza!.

-Dejame revisar.

Comenzó a examinar mi rostro y luego de eso caminó hacia la chica quien observaba un poco preocupada.

-Señorita abra por favor la bolsa de algodón.

La chica hizo caso y luego el tomó un poco.

-E...estoy bien - dije apenado.

Me miró con el ceño fruncido y paso el trozo de algodón cerca de mi nariz, luego me lo mostró y bueno... Casi me da un ataque al ver que estaba lleno de sangre, ni siquiera la sentí.

-Ven, vamos a mi consultorio.

Pago las cosas incluyendo mis curitas que ni necesitaba y salimos del lugar, pero claro no sin antes hacerme la burla de: " Cuidado eh, puertas al frente".

Llegamos a su consultorio y ahí me reviso de nuevo, la sangre poco a poco paró y yo seguía caliente de los cachetes... ¿Cuando se me iba a pasar el sonrojo?.

-Oye, te invito un café- dijo repentinamente.

-¡Si!- grité casi al instante evidenciando mi emoción- Es decir, si, claro, porque no- me encogí de hombros.

-Bueno vamos.

Salimos a la cafetería de a lado y tomamos asiento cerca de la puerta junto a una enorme ventana.

-¡Jimin!- gritó Hoseok acercándose-¿Que van a tomar?

-Yo lo de siempre Hopi.

-Un capuchino por favor- hablo Jin.

Conversamos un largo rato casi hasta que anocheció.

-Me dió gusto conocerte Jimin- me dijo mientras caminabamos hacia el consultorio.

-También a mi- «Por tercera vez»

-Deberíamos salir después.

-Claro me encantaría.

Sonreí gustoso y nos despedimos, caminé feliz hasta que escuché un ruido extraño, algo parecido a un rechinido.

Mire hacia atrás, localice a Jin y pude ver un poste de luz que se venia abajo.

-¡Cuidado!- grité y corrí hacia allá.

Lo empuje y cayó al piso pero el poste logro darme en la cabeza.

Todo me dió vueltas, ví a Jin llorando y a otras personas acercarse a nosotros para ver lo que había pasado, entre ellas estaba Jungkook quien se me acercó y pronunció unas palabras antes de que todo se obscureciera de nuevo.

-Te lo dije.

Los planes del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora