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Retada por Jack

Era una noche fría, demasiada para mi gusto, la lluvia no ha parado desde hace dos horas y eso me pone de mal humor ya que el ruido no me deja dormir.

Resignada decido cubrir mi cabeza con la sábana para así poder amortiguar un poco el sonido, acción que resulta favorable, el ruido se ha vuelto menor.

Una hora después la lluvia ha parado y yo básicamente estoy cayendo en brazos de Morfeo.

Abro los ojos y me sorprendo al ver que no estoy en mi habitación sino en un bosque, confundida me levanto para seguido de eso mirar a mi alrededor.

—¡Vaya!—digo rascando mi nuca—No sabía que era sonámbula.

—No lo eres— escucho una voz a mis espaldas.

Me giro aterrada de saber que no estoy sola e inmediatamente abro los ojos al ver a la persona que se encuentra frente a mi.

—¿Quién eres?—me pregunta con el ceño fruncido Jack.

Me quedo quieta en mi lugar y comienzo a negar con mi cabeza.

—Esto debe ser una broma—susurro para mi.

—¿Qué quieres decir?

—Talves me caí de la cama y me golpee la cabeza—me digo ignorando su pregunta, miro al suelo al mismo tiempo que rasco mi cabeza— Sí, eso debe ser.

—¿Estás bien?—me trata de tocar el hombro pero me alejo de él, frunce el ceño debido a mi actitud y trata una vez más de acercarse, sin embargo doy varios pasos hacia atrás.

—No te acerques—Jack hace un intento de hacerlo a lo que yo me quito mi zapato y apunto en su dirección— ¡Te dije que no!

El chico me mira divertido para después negar con la cabeza.

—¿Qué planeas hacer con eso?—cruza sus brazos y eleva una de sus cejas—¿Lanzarlo y dejarme inconsciente? Mira no te haré daño y sé que tu tampoco lo harás.

—¿Cómo sabes que no te atacaré? Porque puedo hacerlo.

El chico bufa y me mira un poco fastidiado.

—Dudo mucho que alguien con un pijama de pingüinos pueda lastimar a alguien.

—Soy peligrosa—le respondo aún apuntando en su dirección con mi zapato. Jack rueda los ojos, levanta la mano y de un momento a otro mi zapato sale volando fuera de mi mano, mis cejas se elevan para después darle una sonrisa nerviosa—Pero siempre eh dicho que hablar es mejor que la violencia.

—Bien, ¿quién eres tu y por qué estás aquí?

—Que directo— digo rodando los ojos—Debí hacerte un poco menos duro—Jack frunce el ceño y yo suelto un suspiro.

Vaya que será una larga noche.

—Bien, primero—levanto mi dedo índice para enumerar—Me puedes llamar Muke y segundo —levanto otro dedo—Ni siquiera yo sé que rayos hago aquí, hasta donde recuerdo estaba durmiendo en mi cama y de un momento a otro aparecí aquí.

—No lo comprendo— comienza a decir mientras se frota la barbilla con la mano izquierda— Me encontraba en mi habitación meditando tratando de buscar respuestas, la luna me dijo que hiciera esto.

Giro mirando a mi alrededor y suelto un suspiro al ver solo arboles

—Jack, ¿tienes idea de dónde estamos?

—En mi mente, los bosques siempre me han resultado ser lugares tranquilos— frunce el ceño y entre cierra los ojos en mi dirección—¿Cómo sabes mi nombre?