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Capítulo 41

—¡Tres vueltas más! —grita el entrenador y hace sonar su sílbato tres veces.

Una oleada de quejas no se hace esperar por parte del sexo masculino, cosa que el entrenador ignora y grita que se muevan más rápido.

—Repliquen todo lo que quieran, por cada queja que escuche es una vuelta más. — los chicos gritan que no es justo y el  entrenador suena el sílbato de nuevo — ¡Una vuelta más! —un par de chicos sueltan gruñidos y murmuran cosas, mientras que un grupo golpea a los chicos causantes de que su castigo se prolongue —Ustedes se creyeron listos cuando cortaban el camino durante sus vueltas. Bien, pues soy más listo que ustedes, ¡A CORRER SEÑORITAS!

Los chicos siguen con sus vueltas y poco a poco algunos chicos se van quedando atrás, pero inmediatamente siguen su camino en cuanto ven que el entrenador les lanza un balón.

—¡Esto es inhumano!— grita un chico rubio de nombre Charles.

—Si fuera así, entonces, ¿cómo explica que su compañero Jake sigue sin espetar queja alguna? —el entrenador se cruza de brazos y levanta el mentón un poco.

—Eso es porque él está en el equipo de futbol. Tiene mejor condición física en comparación mía.

—Buen punto, gracias por recordarme que hoy tenemos un juego, ¡Jake, terminaste tu castigo!

Mi amigo desvía su dirección para detenerse a un lado de las gradas, se sienta en éstas para seguido desplomarse por completo, giro a mirar la fila de chicos corriendo y ahora quien lidera el grupo es Jack, seguido de Tyler y sus amigos.

—Vamos a llevarle un poco de agua —Alex  se levanta de su lugar y se dirige hacia donde se encuentra el ojiazul, Julie y yo le seguimos por detrás. Una vez cerca del chico, veo como su pecho sube y baja rápidamente, sus ojos se encuentran cerrados y la frente la tiene llena de sudor, la chica al llegar a su lado le patea la pierna provocando que los orbes azules del chico se abran de inmediato y se enfoque en la chica a su lado. —Toma, la necesitas.

Le extiende la botella de agua en su dirección, la toma enseguida y bebe el líquido como si llevara días sin beber gota alguna, sonríe en agradecimiento y se sienta para después palmear el lugar a su lado, Alex es la única que le hace caso.

—Muchas gracias, cariño. —coloca su brazo sobre los hombros de la chica y le acaricia —Estoy feliz de que cuides a tu esposo.

—Cierra la boca —Alex hace una mueca de desagrado y mi amigo se ríe. El chico se levanta y cuando estoy por preguntar qué hará, me quedo con la boca abierta al ver que se quita la camiseta. —¡Cielos Jake!, pónte de nuevo eso —levanta el dedo índice y le señala su torso desnudo, mi amigo le da una sonrisa pícara y se acerca caminando de manera seductora hacia ella.

—¿Te pongo nerviosa? — le dice en un ronroneo, a la vez que se inclina para poder estar su cabeza a la altura de la de ella, sin embargo, a ésta parece no importarle y rueda los ojos.

—Póntela.

—No, así me siento más fresco — coloca las manos en forma de jarra sobre su cintura y le sonríe, su abdomen bien marcado se encuentra húmedo debido al sudor de tanta actividad física, no entiendo como es que Alex no lo mira un poco, si yo que tengo novio, de vez en cuando se desvía mi mirada a esa zona—Deberías intentarlo, verás como te agrada la sensación de frescura.

—Sí, claro y que toda la escuela vea mi sostén, Jake. No sabes como suena de genial esa idea.—le dice en un tono cargado de ironía.

—Nadie va a ver tu sostén, aquel que se atreva a darte una mirada le muelo la cara a golpes.