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Capítulo 38

Es martes y no he visto a Jack desde lo sucedido la otra noche. En la escuela, ambos hemos estado separados, he visto que ha intentado acercarse a mí en más de una ocasión, sin embargo, cuando lo miro puedo ver en sus ojos que comienza a dudar en si es lo correcto y decide mejor dar la vuelta.

Entiendo que quiere darme mi espacio, yo haría lo mismo si me encontrara en su posición, pero realmente me hace falta tenerlo cerca de mi.

No me ha llevado a la escuela ni me lleva a casa, Jake es quien se encarga de hacer eso, ya que Jack se lo pidió. Mis amigos creen que hemos peleado y se la pasan diciendo que todo se arreglará, y en serio trato de creerles.

Sé que Jack cree que aún estoy asustada, pero ya no lo estoy, si lo estuve en su momento pero ahora que he pensado las cosas, me doy cuenta de que no fue su culpa, la sombra lo controló, fue lo que dijo Finn y le creo, sé que Jack sería incapaz de lastimarme.

Extraño que me tome de la mano y enlace sus dedos con los míos, la calidez de su mano sobre la mía y el fuerte agarre que tiene sobre mí, como si tuviera miedo de que me separe de él, extraño ver sus ojos, ese color verde que me mira de manera intensa y en el cual me podría perder por horas, sus abrazos, esos que me da cada vez que me nota decaída o simplemente porque él se encuentra feliz y quiere tenerme cerca, ese momento en el cual puedo escuchar su corazón latir y sentirlo de alguna manera más cerca de mi, sus labios, aquellos que me besan en ocasiones de una manera tan dulce, como si él temiera de romperme, pero también que se vuelven posesivos y apasionados cuando ha sentido mi falta.

Pero no he tenido más de eso, lo unico que he tenido de él son sus mensajes de buenos días y sus notas de voz deseandome las buenas noches, he tratado de alargar las conversaciones, sin embargo, cuando toco el tema de lo sucedido el otro día, siempre termina despidiendose y aclarando que tiene que irse.

—¿Qué haces?— me giro en dirección a la voz y veo a Jake mirarme con el ceño levemente fruncido.

—Yo...

—La gente pensará que estás volviendote loca si sigues con la cabeza dentro del casillero—dice interrumpiéndome.

—Lo sé, solo me perdí por unos minutos pensando y no me percaté de lo que hacía.

—Bien—dice poco convencido, toma mi mano y me lleva con él para dirigirnos a nuestra clase.

Por un momento ninguno dice nada, no me resulta incómodo el silencio, pero puedo ver como es que él me mira de vez en cuando, suelto un suspiro y lo miro para después dar un tirón a su mano y hacer que se detenga.

—Muy bien, suéltalo.

Jake me mira dudoso pero cuando hago un movimiento con mi cabeza para que hable, él me da una pequeña sonrisa.

—Sé que estas mal por él, Dani.

—Estoy bien—respondo inmediatamente.

—Eso es lo que quieres que creamos, pero sé que no lo estás.

—Jake, solo déjalo.— desvio mi mirada hacia la derecha en un intento de evitar la mirada de mi amigo y hablo mientras miro la puerta de la cafetería como si fuera la cosa más interesante en el lugar—Las cosas están bien, sólo estamos atravesando por un momento díficil. Eso es todo.

Jake se coloca delante mío para obstruir mi campo de visión y niega repetidas veces con un movimiento de cabeza.

—No, no lo estás. Así como tampoco él lo esta, Danielle.—abro la boca para hablar pero Jake levanta la mano y me cubre la boca—Primero déjame hablar y después me dices las mentiras que les dices a todos—elevo mis cejas sorprendidas por lo que ha dicho pero a él no parece importarle y sigue hablando—No sé la razón por la cual están separados, pero cada vez que los miro puedo ver que se necesitan, extrañan la cercanía el uno del otro, les duele estar así. Jack en serio está mal, se la pasa mirándote todo el tiempo, todos los día llama por las tardes para ver si ya te llevé a casa y por las mañana cuando llego a mi casillero, él está ahí esperandome para saber cómo amaneciste y si llegaste con bien a la escuela.

Mis ojos comienzan a arder debido a las lágrimas que se comienzan a acumular, trago duro en un intento de deshacer el nudo y no comenzar a llorar mientras hablo.

—El problema es que no sé cómo acercarme Jake.

—¿Tan grave es el problema?

—Es algo complicado—respondo con una mueca.

Mi amigo se rasca la nuca, abre la boca para decir algo pero la cierra inmediatamente y sonríe, lo miro extrañada por su comportamiento pero él hace un movimiento para que gire y mire detrás mío, aún así no lo hago y me quedo en mi lugar por lo que rueda los ojos y me toma de los hombros para hacerme girar.

—Jack — digo en apenas un susurro.

El chico está frente a mi casillero y puedo ver que está metiendo un papel dentro, se gira listo para seguir con su camino pero en cuanto su mirada se cruza con la mía se queda estático en su lugar.

Ángel .

Le escucho hablar en mi mente y una sonrisa aparece en mi rostro sin poder evitarlo, él me sigue mirando y luego de unos segundos me sonríe.

—Lamento interrumpir su momento romántico.—Jake habla a mi lado sin embargo mi vista sigue fija en el chico de ojos verdes—Pero la maestra Lawrence nos matará si llegamos tarde.

—A mí no.

Mi amigo bufa y me toma del brazo.

—Eso es porque te ama por ser una cerebrito en matemáticas.

—¿Cómo esperas agradarle si nunca pones atención?

—No hay necesidad de hacerlo— dice encogiendose de hombros— La respuesta siempre es 4 o la raíz de 2.

—Eres un caso pérdido— digo negándo con la cabeza.

—Como sea,— rueda los ojos y jala de mi brazo para que camine— no quiero darle otra razón para que me odie.

Comenzamos a caminar y cuando estamos por dar vuelta en el pasillo miro en dirección a mi casillero para observar que Jack aún se encuentra a lado de mi casillero. Mueve la mano de un lado a otro despidiendose y yo hago lo mismo.

*****

Hola a todos.

Espero y la estén pasando bien, muchas gracias por leer. Lo más probable es que actualice en esta semana de nuevo, así que estén pendientes.

Buen inicio de semana a todos.

Por favor, voten y comenten.

All the love 💙

Tu escritora secreta.