Amazing Day #CTA #ColdMusicAwards2018 #GoldenTreeAwards2018

Capítulo 40

—¿Te gusta? — me pregunta el chico a mi lado.

—¡Me encanta! — le doy la sonrisa más grande que puedo y me acerco a él para abrazarlo por la cintura, al principio se tensa por mi acción pero a los segundos se relaja y me abraza de vuelta pasando sus brazos por mis hombros, escucho los latidos de su corazón y su respiración a un ritmo tranquilo, cierro mis ojos y disfruto del calor de su cuerpo, abro los ojos y sonrío al ver su cristal brillar con gran intensidad. —Gracias por hacer esto.

Deshago el abrazo y me giro a mirar la mesa que ha preparado Jack para que cenemos juntos, cuando me dijo que me llevaría a dar un paseo, nunca me imagine que se refería a la azotea de mi edificio y encontrar esto. Me acerco y desde mi lugar me llega el olor a comida.

Huele bien.

Lo hace... pero huele mejor mi novia.

Salto en mi lugar por escuchar la voz del chico en mi cabeza y me giro a mirarlo, sonríe con suficiencia y sé que es debido a mi cara sonrojada por su comentario.

—No hagas eso — le digo cruzandome de brazos y negando con la cabeza al mismo tiempo, trato de parecer enojada pero en realidad me siento cohibida por su comportamiento.

Había olvidado lo divertido que esto era.

—¡Basta! — mi chico suelta una carcajada y cuando ve que frunzo el ceño, sonríe y levanta las manos en señal de rendición.

—Bien, voy a parar —cierra los ojos para seguido de eso ocultar sus alas detrás de su espalda, se acerca a mi y me da un beso en la frente, justo en el lugar donde se forma una arruga cada vez que me enojo, me relajo ante el contacto de sus labios con mi piel, se separa y mis ojos van directo a su cara, siendo más específicos en sus labios. Tomo todo el control que tengo para no lanzarme a besarlo y muerdo mi labio inferior en un intento de controlar mis ganas — Vamos a comer — asiento en su dirección y me giro dispuesta a tomar un lugar, con él siguiendome por detrás.

Después me besas lo que quieras, ángel.

Escucho en mi cabeza en el momento en que él retira la silla para que pueda tomar asiento, gruño y lo fulmino con la mirada, aunque a él parece no afectarle ya que solo se ríe.

—¡Deja de leer mi mente! — me abrazo en un intento de protección y así poder dejar de lado esa sensación de sentirme expuesta ante él.

—Lo siento —toma asiento al frente mío y toma mi mano por encima de la mesa, la levanta y la dirige a sus labios para después depositar un beso en el dorso de ésta. — Ahora, a comer.

La cena pasa tranquila, Jack me hace reír con sus chistes, que lejos de hacerme reír por lo graciosos que son, me causa gracia la emoción con los que los cuenta a pesar de ser horriblemente malos. Después de cenar, seguimos hablando acerca de nuestro futuro, me cuenta que está buscando opciones para elegir una carrera y lo entusiasmado que se siente con la idea de posiblemente estudiar fotografía.

Jack colocó una bocina de la cual escuchamos música, él me cuenta su experiencia de distintos grupos y cantantes a los que ha visto en un concierto y me riñe sobre el hecho de que nunca eh asistido a un show en vivo, y me asegura que en cuanto una banda que a ambos nos guste venga al país, me llevará a verlos.

—¡Oh dios! —grito interrumpiendo a Jack, quien va por el chiste número 15 de la noche.

—Pero aún no termino el chiste — me mira confundido y yo río para después negar con la cabeza.

—No lo digo por el chiste tonto — apunto con el dedo índice en dirección a la bocina y lo miro con una sonrisa —Esa canción me gusta.

—¿Amazing day, de Coldplay? —dice a la vez que eleva su ceja derecha y yo asiento efusivamente —Bien — se levanta de su silla y estira su mano en mi dirección —¿Me permite esta pieza?

Miro su mano y luego a su rostro y me río, él me mira paciente pero niego con la cabeza para después rascar mi brazo en un gesto nervioso.

—No creo que esa sea una canción para bailar — Jack abre la boca para hablar pero antes de que lo haga yo sigo hablando —Además, no sé bailar— le digo en un tono bajo de voz.

Jack me toma de la mano y jala de mi para que me levante, coloca su mano derecha en mi cintura,mi mano izquierda la dirige a su hombro y me acerca a su cuerpo.

—Entonces yo te guiaré.

Comienza a balancear su cuerpo y yo le sigo el paso, veo como comienza a cantar la letra de la canción para que me relaje y sonrío al ver que también le gusta. Cierro mis ojos para poder disfrutar mejor la melodía, es unos minutos después que Jack toma mis manos y las coloca en su cuello, para seguido él colocar las suyas en mi cintura.

Lo miro y cuando estoy por hablar, veo sus alas expanderse, miro dichas extremidades para después sentir como mis pies se van alejando poco a poco del suelo, me aferro al cuello de Jack por miedo a caer y él se funde en un abrazo completo conmigo. En mi oído puedo escucharlo cantar en un tono que casi se vuelve un susurro.

Conocía la letra de la canción, no hacía falta que alguien me la mostrara, pero por primera vez le tomé importancia. Sentí que mi piel se erizó y las ganas de llorar me invadieron, abrace a Jack como si mi vida dependiera de ello, él bajó de nuevo y aterrizó suavemente en el suelo, me pegó a su cuerpo y sus alas me cubrieron como un manto, sentía la calidez que éstas emanaban y me sentí tan bien, estaba feliz de saber que él estaba conmigo.

Sus manos acunaron mis mejillas, dibujaba pequeños círculos con sus pulgares, sus ojos se clavaron directo a los míos y pude ver como trataba ver a través de mi.

—Lamento mucho lo que sucedió la otra noche — se nota el arrepentimiento en su voz y sus ojos lucen tristes —No era yo, te juro que en mi vida sería capaz de hacerte daño. — veo como las lágrimas se comienzan a acumular en sus ojos provocando que mi corazón se encoja al ver su dolor y provocando que mis ganas de llorar aumenten— Te amo, ángel y haría lo que fuera por ti y tu bienestar, pero no lastimarte, eso nunca.

Acerco mi cara a la suya y pego mis labios a los suyos, lo beso lento y con delicadeza por miedo a romperlo, mis manos se van a su pecho y acaricio esa zona en un gesto de hacerlo sentir seguro.

Normalmente Jack es quien me cuida y me da ánimos, pero ahora mismo es él quien está roto y por una vez quiero hacerle sentir que está seguro, quiero hacerle saber con ese beso que estoy aquí.

— A tu lado encontraré ese asombroso día.

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Tu escritora secreta.