Cartas a Kate ©

5.1

Querida Kate:
Si observamos nuestra vida,  veremos que,  en lugar de vivir para complacernos a nosotros mismos, la mayor parte del tiempo sólo hacemos cosas para complacer a los demás, para que  nos acepten. Pero esta vez no me refiero a hacer, sino a decir; como la mayoría de las veces actuamos de manera impulsiva y reactiva no nos damos cuenta del poder de nuestras palabras, ¿cuántas veces hemos usado nuestras palabras para herir y destruir?
Me encontraba sentada en las bancas junto con el resto del grupo de saxofones, algunas integrantes se fueron a otro lugar y terminamos siendo puras mujeres.
Mujeres + Tiempo = Chismorreo.
Te diría que son mis amigas pero realmente no hablo tanto con ellas, así que mis compañeras se pusieron a hablar de la fiesta que habría el viernes y de cómo se arreglarían, cosas que no realmente no me importan y en lo personal, me resultan aburridas. No fue hasta que dijeron algo que me incomodó y me causó conflicto.
— ¡Ay, no! Es que Jacky está horrible. Tiene una naaariz enorme, es bien llevada con los hombres y camina medio raro.
Sentí una minúscula daga en mi corazón.
Dos cosas se me vinieron a la mente.
1. Escucharla hablar de esa manera me dolía, Jacky es de las personas más agradables que he conocido, es de las que cuando hay un proyecto pone siempre su casa, si necesitas algún lápiz o pluma es la primera en prestártelo, si no entiendes algo o se te pasó algo de una materia puedes contar con ella.
2. Hipócrita. Cabe mencionar que supuestamente la chica que dijo semejante comentario desagradable y Jacky eran amigas, ¡gran amiga la que tenía! No comprendo a éstas personas, si se supone que es tu amiga/o, ¿por qué hablarías mal a sus espaldas? ¿qué ganas? ¿construyes o destruyes? Los chismes son veneno de la peor clase, las palabras y emociones transmitidas pueden estropear la comunicación entre las personas, todo esto con el fin de hacer sentir mal consigo misma esa persona esté presente o no. En este tipo de situaciones me pongo a pensar que el comentario sobre la persona habla más de la persona que lo dice que de la persona que es mencionada.
— ¿No se supone que Jacky es tu amiga? Se nota el "cariño" que le tienes. — Me paré y me fui de la banca.
La pude haber ofendido y decirle de cosas pero el golpe es mejor  cuando es con guante blanco. Estaba indignada. Nadie además de mí dió la cara ante el comentario, todas se llevaban con Jacky y todas como fieles súbditas y borregas se quedaron calladas. Contar chismes se ha convertido en la principal forma de comunicación en la sociedad humana. Es la manera que utilizamos para sentirnos cerca de otras personas, porque ver que alguien se siente tan mal como nosotros, nos hace sentir mejor.
No importa si después se pusieran a hablar mal de mí, más vale morir de pie que vivir toda una vida arrodillada.

Con amor,
Emma.

Carta inspirada en "Los cuatro acuerdos", Dr. Miguel Ruiz.