4.3

1.3K 233 26
                                    

Querida Kate:

Siempre que pasaba por ahí, veía un pequeño parque lleno de basura y siempre quería limpiarla, pero no lo hice hasta que tuve un día libre.

Tomé las bolsas de basura, me dirigí a la puerta.

— ¡Mamaaaá voy al parque que está cerca de aquí! — grité.

— ¡Ten cuidadoo, por favor! — contestó.

Cerré la puerta y caminé hasta el parque. Dividí en tres partes la basura: botellas de plástico que luego llevaría al centro de reciclaje, tapas de las botellas para los niños con cáncer (si juntas mil le regalan una quimioterapia) y basura.

Mientras juntaba la basura pensé, tal vez la razón por la cual la gente tiraba la basura era porque no había bote de basura, pero es más por ignorancia porque había casas alrededor con botes de basura.

Había colillas de cigarros, botellas, envolturas de paletas de hielo, asquerosamente pruebas de embarazo tiradas y un sinfín de cosas más. Me encontraba aplastando una botella cuando una camioneta se paró, era una señora, me hizo seña de que me acercara.

— Hola, estoy buscando a mi perro. Es color miel, se llama "Coque", ¿si lo ves me dices, por favor? Vivo en esa casa llena de árboles — señaló.

— Claro, no se preocupe. Si lo va a encontrar. — sonreí amablemente.

— Gracias — respondió y siguió dando vueltas por la cuadra.

Un hombre se acercó a caminar al parque, por un momento me infarté, ¿y si me hacia algo? No, no, no me iba a hacer nada. Cálmate, Emma. Sólo aléjate disimuladamente, haz cómo que vas a dejar una botella o algo. Realmente caminaba sospechoso y lento, como si buscara algo o a alguien. Luego de unos minutos se fue y me sentí aliviada.

Después, llegó una señora a caminar al parque, no me preocupe mucho y seguí con lo mío. Sentí que alguien me tocaba el hombre, volteé y vi a la señora.

— ¿Por qué limpias el parque?¿Nada más porque si? —preguntó sorprendida.
— Eh, si —balbuceé.
— Me alegra que a alguien le importe, yo también tenía ganas de limpiar el parque. Me molesta que la gente venga a tirar su mugrero aquí. Antes teníamos el parque hermoso, la fuente de allí —señaló— tenía agua, escuchaba desde mi casa el repiqueteo del agua. ¿Y cuánto crees que duró?
— ¿Una semana? ¿Un mes? —pregunté.
— Un mes exactamente y fue decayendo. En fin, ¿tienes bolsas?

Estaba a punto de contestarle, cuando el hombre que caminaba sospechoso me tendió una bolsa de plástico transparente.

— Te felicito por limpiar el parque, es muy lindo de tu parte. Te ayudaría a limpiar pero tengo un problema en la columna —así que por eso caminaba "sospechoso"— tomé la bolsa, sonrió y se fue. Ya ni le di las gracias.

La señora y yo nos pusimos a recoger basura. La camioneta se volvió a parar.
— ¿Están limpiando el parque? — preguntó con curiosidad la señora.
La señora y yo volteamos.
— Si— contestó la señora por mí.
— Si algún día necesitan trabajo en Protección Ambiental.
— Gracias — agradecí y siguió buscando a su perro.

La señora y yo terminamos de limpiar el parque, metimos todas las bolsas de basura en una más grande. Ella se llevaría la basura y yo las botellas, y lo que juntáramos de las botellas —qué sería una miseria— era para el parque.

Nos despedimos y cada quién tomó su rumbo. Sonreí con autosuficiencia por lo que había hecho, había hecho un pequeño cambio en el mundo.

Es impresionante lo fácil que es hacer algo por el planeta. Sé que no puedo limpiar todos los parques de México o del mundo pero podemos hacer pequeños cambios.
No podemos evitar contaminar el mundo, pero si podemos reducir la cantidad o el porcentaje de contaminación.

El mundo nos da oxígeno y nos da un lugar donde vivir y limpiar un parque o separar botellas o juntar tapas es una clase de pago o agradecimiento por todo lo que el mundo hace por mí. Si yo puedo ayudar a que el planeta este bien, lo haré. Podemos compartir en Facebook videos sobre la contaminación y de tortugas atoradas en bolsas de plástico tratando de concientizar a la gente. Pero, ¿Realmente qué hacemos por el mundo? ¿Qué haces por el mundo?

El cambio está en nosotros y en nuestras acciones.

Con amor,
Emma

-------------------------------------------

Maratón 2/2

Cartas a Kate ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora