5.3

347 65 16
                                    

Querida Kate:
Punta, talón, punta, talón, punta, talón, temblorosa de que me fuera a caer por los tacones que traía, caminé lo más firme posible. Mentón en alto, pompas para fuera, pasos cautelosos y sonrisa amplia.
Todo esto me lo decía a mí misma para disimular mi nerviosismo y mi falta de experiencia en tacones. Más vale prevenir que lamentar.
Todos los años hay una pasarela por la que tienes que pasar para entrar a la posada en donde los maestros están analizando tu vestimenta, ¿sabes lo vergonzoso que sería caerme a media pasarela? Lo bueno es que Abril también acaba de bajar, mínimo si me caigo, Abril está conmigo.
— ¡Ajaleees! Qué guapaa, Abril.
— Gracias, bonito vestido aunque tienes un pequeño problema. — me miró preocupada y me asusté, empecé a ver mi vestido en busca de algún defecto. Abril levantó mi mentón y mi mirada se dirigió al frente.
— Melissa trae el mismo vestido que tú.
Fuck.
De todos los vestidos del mundo, de todas las personas que lo pudieron haber usado el día de hoy, lo trae puesto la que no es mi enemiga, pero digamos que del 1 al 10, 15 es su desagrado hacia mí. Esto es la vida burlándose de mí una vez más.
— ¡Vaya coincidencia!
— Hállale el lado bueno — colocó sus manos estrechando mis hombros.
— ¿Cuál? — ¿hay un lado bueno?
— Tú te ves mejor.
— Si sigues así me vas a hacer llorar.
Esos son amigos y no chingaderas.
Melissa me veía horrorizada.
Nos dirigimos a saludar y a elogiar a nuestras compañeras. Me impactan los vestidos de algunas chicas, son vestidos ceñidos y cortos, ¿ya dije ceñidos? ¡no traen saco ni nada! Está helando, mis respetos por tener tanto aguante al frío.
— Alumnos, les pedimos que ya vayan pasando a sus respectivos salones — la voz de Lety, la secretaria suena por las bocinas. Amo a Lety, es muy chevere , la escuela deja de funcionar sin ella.
Fuimos al salón; finalmente logré observar con más claridad a los hombres, uno que otro carita pero no hay alguien que vea y diga: "de aquí soy yo".
Creo que lo que más he disfrutado de todas las posadas son los tamales. Bellos y suculentos tamales. Yo si le entro, la mayoría come dos o tres para no verse tragón, pero pues ya hace hambre, ya pagué y ya estamos aquí.
Después de atascarme de tamales rojos, la maestra nos pide que si queremos compartir un pensamiento por ser nuestro último año juntos, la mayoría se limita a decir que nos va a extrañar y cosas por el estilo. Sinceramente no siento que vaya a extrañar a muchos, les deseo el bien a todos y hay personas muy agradables en la generación pero mi alma suplica salir de secundaria.
Sigue el famoso intercambio, donde la mayoría no queda conforme con su regalo y otros que sin regalo quedan porque faltó la persona que les iba a dar. Yo no sé que esperan de la vida las personas que faltan en los intercambios, se nota el compromiso con la otra persona y tampoco entiendo los regalos chafas, mínimo que se note el esmero o que cumpla con el monto establecido.
La dinámica consistía en recibir tu regalo, tomar un regalo de broma y abrirlo frente el salón. Un compañero tomó una película que al abrirla tenía una toalla femenina con salsa simulando ser sangre.
La miró con asco.
Fue épico.
Todos morimos de risa.
Adivina quién trajo la película.
Yo dí una bufanda roja a la chica que me tocaba, a Abril un chocolate y recibí un perfume con olor a señora.
La música de la escuela normalmente es un asco, en lo personal siempre se me ha hecho incómodo bailar frente a los maestros, luego te víborean. Además de que bailar reggaetón frente al director no se me hace una idea muy sensata, sin embargo las personas bailan y otras (como yo) nos quedamos sentados.
Algo triste pero cierto, la verdad es que tengo dos pies izquierdos. Coordinar pies y manos no es mi fuerte. Aún así, Abril y mis compañeras intentaban hacerme bailar, justo cuando sentí el "flow" y me dieron ganas de bailar, escuché que me dijeron que bailaba terrible. Mis ganas de bailar se esfumaron, es cierto que no soy la mejor en la pista pero me dolió porque venía de una amiga.
Desganada por sentir que siempre hay algo que me retiene de bailar, logré que pusieran una canción de Arctic monkeys, "Do I wanna know?". La canción trata de una persona enamorada que quiere saber si la persona que le gusta siente lo mismo por él, lo curioso es que no suena como canción de amor por el ritmo que tiene.
La posada finalizó con un ponche de frutas en la mano, un perfume con olor a señora, una carta por parte de Abril y el épico recuerdo de mi compañero al ver la toalla femenina "ensangrentada", después de todo no fue una mala noche.
Mamá llegó por mí cuando casi no había nadie, subí al carro, lo primero que pensé cuando arrancó el carro fue, debí haber bailado sin importar las circunstancias.

Con amor,
Emma.
------
HOLA A TODOOOS
PREGUNTAA: ¿Cuál es el peor regalo que han recibido en un intercambio?
OIGAAN, subí un vídeo a mi canal de literatura.
AQUÍ ESTÁ EL LINK:  https://youtu.be/n_0I-1BUAYU 

De igual manera, el vídeo está en la multimedia.

Los quiero,
Natalia 🍕

Cartas a Kate ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora