Parte II

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—No más—se quejó April al sentir otra nausea. Sabía que había sido mala idea comer grasa. Además de que parecía de acides, su cuerpo no estaba aceptando nada excepto té verde y ya estaba cansada de beberlos. Según su colega y ginecóloga, lo mejor era que se mantuviera de té y de licuados de frutas. Por ahora las náuseas y los vómitos no iban a parar y ahora lo comprobaba. No debió comerse el bowl de alitas. Sabía que iban a hacerla vomitar y no hizo caso. Ahora estaba de nuevo en el baño vomitando por segunda vez. Lo mejor que podía ser era tomarse las pastillas de acides y un té verde. Eso la ayudaría a que su estómago dejara de expulsar restos de comida. Volvió a enjuagarse la boca con pasta de dientes y se mojó la cara. Estaba muy pálida y eso se debía a las pocas horas que estaba durmiendo. Le costaba conciliar el sueño, se la pasaba en el baño vomitando. Además de los turnos largos que cogía. Debía ir despacio a partir de ahora si quería tener un embarazo tranquilo. Su amiga se lo advirtió, lo mejor es coger todo con calma y tratar de no hacer esfuerzos. Los primeros meses eran los más perjudiciales porque el bebé se estaba desarrollando. Coger turnos extras no iba ayudarla a tener un embarazo normal, lo sabía, pero necesitaba hacer turnos extras. Cuando naciera el bebé dependiendo de la decisión que ella tomara sobre en darlo en adopción o no necesitaría al menos un mes o dos de descanso. Normalmente el hospital te daba tres meses de descanso pagado. Eso le vendría bien, pero necesitaba juntar todo el dinero que pudiera. Un bebé llevaba muchos gastos, ella lo sabía perfectamente. No se quejaba de su sueldo porque le daba para vivir, pero viendo como estaban las cosas con su mejor amigo, dudaba que este la ayudara en las cuentas. Sabía que no iba a hacerlo. Es más, sabía que él iba a irse. Le dolía que su amistad se esté distanciando por el bebé que no tenía la culpa de nada. Fue un accidente por parte de ambos. Él por no ponerse condón todas las veces que lo hicieron aquella noche y ella por haber olvidado beberse las pastillas. Ya había olvidado dos veces anteriormente bebérselas y con esta fue suficiente. El resultado de su descuido estaba dentro de ella. Realmente le dolía la posibilidad de que él se fuera. Ella no quería eso, él era lo único que ella tenía. Su familia era una hipócrita que no la quería para nada, solo lo tenía a él. Y pensar que tal vez él se vaya dejándola sola y en ese estado le dolía y le aterraba la idea. Nunca ha estado sola, siempre lo ha tenido a él a su lado. Todo lo ha hecho con él a su lado. Y tal vez ahora deba hacerlo todo ella sola. No quería eso, pero no era su decisión sino la de Justin. No iba a obligarlo a quedarse, eso sería egoísta de su parte. Si él quería irse, con todo el dolor de su alma ella lo dejaría ir. Lo quería bastante, él era su mejor amigo, pero si esté quería alejarse de ella no podía hacer nada. Solo aceptarlo y vivir con ello. Le será difícil acostumbrarse a estar sola, a salir sola, a vivir sola y a pagar todo ella, pero confiaba en que si se daba el caso lo lograría. Se acostumbraría a estar sola y a los cambios que vendrán junto al bebé. No estaba lista para los cambios que vendrán, ni siquiera para los cambios con Justin, pero lo mejor era prepararse por si acaso. Necesitaba prepararse mentalmente y emocionalmente para lo que vendrá. Y por supuesto, prepararse económicamente para lo que vendrá. Si él se iba, tendrá que ajustar su bolsillo. Tendría que empezar a pagar el apartamento, la luz, el agua y ahorrar para los próximos meses. Confiaba en que todo saliera como ella no estaba planeando. No quería estar sola, no quería estar sin él, si su mejor amigo. ¿Qué iba a ser de ella? Estaría perdida. ¿Quién le haría la compra cuando ella no podrá? ¿Quién le lavara el auto? ¿Quién le traerá pizza o helado cuando esté deprimida? ¿Quién la llevara a dar un paseo en la moto? ¿Quién la llevará al cine y aguantara sus quejas de la mala película que vieron? ¿Quién le dará consejos cuando la esté pasando mal? ¿Quién le hará el desayuno luego de un turno largo? ¿Quién la abrazara cuando se sienta mal? Sollozó negando. Ella no quería pensar en eso porque no quería perderlo. Era su mejor amigo, habían estado juntos toda la vida y si, la amistad se ha jodido, pero no por eso hay que terminarla. Vale, ella entiende que fallaron al haber follado sin protección, pero no por eso terminaría su amistad ¿O sí? No quería ni imaginarlo. Han estado juntos siempre, en las buenas y en las malas y ahora tenían que estar juntos. Necesitaban estar juntos. El bebé era problema de ambos porque aunque él no lo quería y ella no estaba segura de tenerlo, era de ambos. Ambos debían tomar una decisión, hablar sobre ello y no huir como él hizo, pero ella lo entendía. Estaba sorprendido, él había creído que era del imbécil de Josh y fue chocante enterarse que él era el papá. Sabía que debía darle tiempo para asimilarlo, pero ella sabía que no iba a hacerlo. Ni siquiera ella con dos meses de embarazo y dos ecografías lo ha asimilado, ¿Creen que él sí? no. Ella estaba dispuesta a todo con tal de no perderlo como amigo. Lo necesitaba, ahora más que nunca. Se necesitaban más que nunca. Estaba dispuesta a todo, incluso dejar sus sentimientos a un lado. Porque aunque ella no quisiera admitirlo, estaba confundiendo la amistad con algo más. Estaba confundiendo los buenos tratos de Justin con algo más y estaba mal. Eso nunca le había pasado antes, ni siquiera cuando tuvieron su primera vez. ¿Por qué entonces ahora le pasaba? ¿Por qué ahora cada vez que él le besaba la mejilla quería que fueran en los labios? ¿Por qué cuando él se colaba en su cama quería sentirlo desnudo y abrazarlo? ¿Por qué cada vez que lo escuchaba en la ducha deseaba estar ella ahí para hacerlo sentir bien? Quería creer que era por la etapa de negación que estaba pasando por el embarazo. Sabía que el embarazo tenia etapas. Los primeros tres meses eran cambios de humores. Pasaba de amor a odio, de negación a aceptación y así sucesivamente. Ya en el segundo trimestre era adaptación. Te adaptas a que tendrás un bebé y tus emociones se estabilizan. Eso sí, tus hormonas están más presentes que nunca y sentirás ganas de amor y de placer sexual seguido. Y en los últimos tres meses estaba en la etapa de la espera. Tus cambios de humores se harán presentes debido a la falta de sueño, los dolores de cuerpo, hinchazón en los pies y cambios debido al tamaño de la barriga. También entraba la ansiedad y el pánico por el parto. Ella sabía todo eso, su amiga Gaby le había contado todo eso mientras le hacia la ecografía. Realmente quería creer que era por el bebé que había desarrollado esos sentimientos y esperaba que pronto pasaran. Ella no podía sentir cosas por su mejor amigo, tampoco enamorarse. Eso joderia la relación más de lo que ya estaba y no quería eso. Justin la conocía muy bien y sabía cuándo ella estaba sintiendo cosas por un chico. La conocía muy bien. No quería más problemas, solo ser los mismos de antes aunque ella sabía que eso sería imposible. Antes no existía un bebé, ahora sí.

Don't Let Go {Justin Bieber Short Story}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora