Dinamita

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Los siguientes días fueron una especie de sueño. Y a la vez una pesadilla, ya llevaba varias semanas con Pablo y no había avanzado nada. Él sólo se empeñaba en hacerme regalos, llevarme a paseos románticos y toda esa cursilería. No había modo se sacarle información, Pablo era una caja de pandora, y cuando decida abrirse a mi, será explosivo. Eso es seguro. Ni Alex ni yo sabíamos nada de Sofía, desde hace varias semanas Sofía estaba "desaparecida" de vez en cuando llamaba y decía que estaba bien, pero su voz se escuchaba triste como pidiendo ayuda. Y James no dejaba de llamar, pidiendo respuestas. 

Por otra parte estaban Alex y José, estaban empeñados en buscar otra salida, habían contactado con unos viejos amigos que ahora se dedicaban a la mafia y negocios sucios y podían ayudarnos consiguiendo identificaciones falsas para poder salir del país. Tenía muchas cosas en la cabeza, de todas la que más me preocupaba era Sofía. Debía aparecer. Estaba sumergida en mis pensamientos, hasta que Pablo hablo.

-Hey ¿escuchaste lo que dije? 

-Uhhmmm ¿algo sobre una fiesta? -pedí a los dioses no estar equivocada.

-No, te estaba diciendo..-hizo una pausa.- Olvídalo mejor. Ya sé que está situación te esta agobiando -yo lo mire confundida.- Deberías vestirte e irte. 

-¿Perdón? 

-Que te vistas y te vayas, hablaremos después -respondió secamente.

-¿Qué te sucede? -pregunte de forma brusca.- Yo no soy tu puta. Me buscas, me follas, me hablas de amor y ahora me dices que me vaya, como si fuese una puta. Púdrete. 

-Pero si lo eres -dijo serio.

Debo aceptar que sus palabras me dolieron. No lo quería aceptar pero una parte de mi, estaba empezando a querer a Pablo.

-Sí, pero no tuya -lo mire mal.

Me vestí y tome mis cosas y sólo escuchaba a Pablo diciendo "Perdón" "Perdón", pobre imbécil. Salí de su casa y arranque en mi motocicleta a toda velocidad. James me había citado en su despacho. Conduje hacía allá, al llegar de inmediato me arrepentí pero ni modo. Debía de ser importante. Entré y me quede pasmada, tal vez hasta me puse pálida cuando vi a Sofía atada a una silla y golpeada. Enseguida me acerque a ella y empecé a desatarla.

-Mi querida Charli -escuche una voz fría, era la voz de James.- ¿Qué tal va todo?

-¿Cómo pudiste? -me levante desafiante.

-Esto es sólo una advertencia de lo que viene -me miraba con esos ojos azules, que eran muy fríos, como hielo.- La siguiente será Alex, si en 2 dos días no me traes información, información que sirva. No esa estupidez de la hija y la ex-esposa. 

-Maldita sea -apreté los puños.- Tu problema es conmigo, no con ellas. A ellas déjalas fuera de esto.

-No puedo -se empezó a reír burlonamente.- Ellas son tu punto débil, tu única familia. Ya estas advertida, Charlotte, no me defraudes -se acercó a mi y me tomo del mentón y me obligo a mirarlo.- No te olvides, que pudo haber sido peor. Ve a hacer tu trabajo, pequeña zorra. 

Después de eso, se fue. Termine de desatar a Sofía y llamé a Alex, Alex se puso histérica. Sofía no se quería ir, aún así la obligue a montarse en la motocicleta y conduje directo al departamento. Al llegar estaban Alex y José en el estacionamiento, me ayudaron a subir a Sofía al departamento y a cerrar todo con seguridad. 

-Maldita sea Charlotte -Alex pocas veces me llamaba así y lo hacía cuando estaba molesta.- Sácale información al rubio. Haz que se embriague, drogalo qué se yo, tienes que hacer algo. 

-No es tan simple Alex.

-Si, si es simple, usa lencería sexy, seducelo, hazlo tomar un poco de whisky con marihuana o cocaína en el fondo y listo, problema resuelto -Soltó Alex de golpe esas palabras, José sólo se quedo mirándola con confusión y siguió curando a Sofía. 

-¿Te parece que no lo he intentado? -pregunte irritada.- Lo he hecho todo, ese maldito es un cofre con las mil y un llaves. 

-Pues inténtalo mejor. O acabaremos todas muertas -respondió secamente.- Tu nos metiste en esto Charli, sácanos. 

De repente se escucharon golpes en la puerta. Le dije a Alex y a José que se escondieran junto con Sofía en una de las habitaciones. Me acerqué y vi por el orificio de la puerta quién era, era Pablo, este día no podía ser mejor. Al abrir la puerta entró Pablo y enseguida me abrazo, olía a licor, a drogas y a cigarrillos. Irónico, hace unos minutos estábamos hablando de hacer eso. 

-Pablo -dije safándome.- Estás ebrio, debes irte.

-Noooo meee ireee...

-Pablo por favor -volví a señalarle la puerta.

-¿Estaaas..uhh solaaaa? 

-Sí.

-Daddyyyy quieeereee jugaaaarr -las palabras se le enredaban, estaba vuelto mierda.- Charliii ¿tuuu me aaamaas? yo te...ta amo muchiooo

Lo pensé mejor y decidí que se quedará, podía sacarle información así, estaba diciendo de todo. Yo lo empecé a besar y lo lleve poco a poco a mi habitación. Pablo se estaba comportando muy rudo, me jalaba el cabello, me mordía, me tiro a la cama de golpe y me quito la ropa y me follo así sin más, de cierto modo me sentí violada. No reproche nada, tenía que aprovechar esta oportunidad. En todo momento hice todo lo que Pablo me pidió, no podía sentirme más sucia. Después de que él acabara en mi se tumbo a mi lado y empezó  a decir estupideces.

-yioooo lavooo dinerooooo -dijo riéndose

-¿Cómo? -pregunte cautelosamente. 

-yiooo trabajo con gente mafiozaaaa lindaaaaaa -se seguía riendo.

Esto era dinamita pura. Por fin todo lo que necesitaba, al alcancé de mis manos. Después de tanto tiempo. Por un momento sentí alivio pero enseguida vino la culpa.

-Yooo no fuiiiii -escupió un poco en el piso.

-¿Qué? -dije bajito.

-Queee yooo nooo viooleeee a Sachaaaaa -la lengua se le seguía enredando.  

-¿Quién es Sacha? -pregunte delicadamente.

-Miiiiii exxxx noviaaaa -dijo.

-¿La violaste? -pregunte con delicadeza nuevamente.

-Síiiiii -respondió.- Noooo, ellaaaa...-después de eso se cayo de la cama.

Me levante enseguida y lo acoste de nuevo en la cama, le di algo para el dolor de cabeza y para que se durmiera un rato. Le pedí una disculpa a los chicos, que estuvieron en la habitación todo el rato escuchando todo. Salí de la casa y me dirigí a la de Pablo, si lo que dijo era verdad, en su casa debían de estar las pruebas, me baje de la motocicleta y entre corriendo a la casa, una vez dentro fui directo al estudio y revise todas su gavetas, y si, efectivamente estaban las pruebas. Y una memoria usb que decía "James Maxel". Por mi madre, me había sacado la lotería. Tome todo en un sobre y me fui rápidamente. 

Al llegar al departamento de nuevo, Pablo ya no estaba. Era un alivio. Tenía un sobre sobre lleno de información comprometedora de Pablo y una memoria usb con todas las fechorías de James, debía ser cuidadosa con esto. Metí la memoria usb en la lapto y había todo tipo de información sobre James, resulta que el vejete tenía una red de prostitución y era narcotraficante. Me quede en shock. 

Esto era dinamita, y pronto estallaría en mis manos.  

ATRAPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora