¿Cómo puedes olvidar a quien llevas bajo la piel?
Éramos amigos, pero gemelos del alma.
Nunca supe si sentía lo mismo hacia mí, pero trataba de ofrecerle la mejor parte de mí.
Aún así no esperaba que su ser me recibiese de la misma manera, yo tan sólo la quería a mi lado.
Se me había clavado en el alma como cincel a escultura. Puliéndome la vida... e incluso los sueños.
Quizás su sonrisa era el núcleo de mi sentimiento.
Tal vez sus ojos, tal vez su pelo.
Como amaba su forma de ser... ella amaba la vida, la naturaleza, prefería un libro a un vaso de cerveza.
Un día salimos, con impulso, no teníamos idea de a donde ír, ó era lo que ella ideaba, pues yo siempre supe que mi lugar era donde ella estaba.
Nos llevamos una guitarra, un libro y nuestras ganas de vivir. Puedo decir, con seguridad, que fue el 1er día en el que me empecé a llamar feliz.
Era domingo, y la autopista estaba llena, no teníamos rumbo, solo queríamos probar el mundo.
Detuvimos un auto y nos dejó subir detrás. Le tocabamos música al universo, para que así aprendiera a amar.
Ella iba feliz, carialegre, formulandome preguntas. En una dice, con cautela: " si yo te beso ¿no te alejas? "
Y me besó, sin estimarlo.
Sin aún creerlo sentía sus labios. Dulces, indudables, nada que haya sentido antes.
Luego de 1 minuto se alejó sonriente, y empezó a cantar como que nada ha sucedido. Así era ella, impulsiva y risueña, imposible no llegar a sentir algo por ella.
Hoy solamente me pregunto ¿está bien que hable en pasado? hoy siento lo mismo por ella, no puedo dejarla de lado.
Tal vez no deba siquiera pensarlo, e ir y decirle: Lo sabes, te amo. Porque ella y yo lo sabemos: ningún sentimiento se queda encerrado.
