No te hallo, corazón, he decidido acudir a unas cuantas letras por si acaso aquí te encuentras. Pero no te hallo.
Espero que estés aquí, porque te necesito.
El otro día te hallé en ese perfume que me ponía aquella vez, la verdad yo no supe que hacer. Quería cambiarme de ropa porque no aguantaba tu presencia, pero no podía, amor. Aspiraba y aspiraba porque no quería, amor. No quería que te fueras, tampoco que te quedaras. Pero te quería en mí, tan sólo sentirte en mí.
Y a mi, ¿Quién me entiende?
¿Y a ti? ¿A ti quién te entiende, amor?
Estas entre el odio y el querer ¿pero yo que puedo hacer?
Eres neutralidad, neutralidad que duele, neutralidad que mata.