Decidí tomar un viaje largo. Unas vacaciones, podría llamarle. Unas vacaciones con unas cucharadas de eternidad.
Me compré un ticket, estaba barato porque no era a un lugar muy lejos, me dijeron que con la factura me bastaba ya que con 400 pesos de gasolina me era suficiente para el lugar a donde iba.
Suponiendo que lees ésto cuando ya he llegado, procederé a decirte mi destino.
Me daré un paseo por el malecón. A la orilla del mar.
O tal vez dentro. ¿Tú que crees?
Me encanta. Deberías sentir ese viento sabor a sal, una de las cosas que más aprecié de la vida.
En caso de que vengas a ver como estoy, estoy muy bien. Como te dije antes me estoy tomando unas vacaciones. Muy merecidas, porque ya estaba muy cansada de todo lo vivido. Pero no quisiera que me acompañes. Aquí solo llegamos los perdidos de la vida, los sin rumbo. Es algo así como de "pase exclusivo". Por eso no te invité.
Espero que alimentes a mi Julia, mi gata. Quizás me extrañe. Ella entenderá. Ella siempre me entendió.
Sin más que decir, cuídate mucho. Att: Alguien que también te quiso.
