CAPÍTULO III: Melpóneme, Trágica Musa
A través del extenso túnel de cristal arqueado el cual da la impresión de una pecera bajo un diluvio rabioso, arrastro mis pies como si cargara pesados grilletes tirando de cadenas al igual que mis ojos clavados al piso. Bienvenida a Alfa y Omega. Aquí, empecé a construir mi propio infierno, y justo aquí, lo clausuré a mis espaldas. Ahora regreso en un viaje astral devuelta al tiempo, repitiendo y repitiendo la misma meta de partida sin fin.
¿Dios, qué voy a hacer? ¿Adónde iré en cuanto salga de aquí? Tratando de despejar mi mente, me atraco de aire. Un paso a la vez. Cuando esté en mi coche, ya decidiré qué rumbo tomar. Por ahora, voy a telefonear a George tal como prometí antes de embarcarme en esta aventura nada placentera. Después de obtener mi móvil de mi bolso y encenderlo, marco la llamada, pero cae directo al buzón de voz. Probablemente, ya está de pesca, y por consiguiente, fuera de cobertura.
―¿Estás buscando pescado fresco? Entonces llamaste al indicado. George, Cujo[1] Mojado, puede conseguirte todo el pescado fresco que quieras. Sólo tienes que pedirlo y lo traeré del mar a la puerta de tu negocio o... o… – vacila como si no supiera que más agregar, haciéndome tambalear mientras me deslizo a lo largo de la cinta transportadora – casa. Así que… – el pito final lo corta a medias.
¡Oh mi Dios! ¿Realmente se auto-nombró “George, Cujo Mojado”? Apodo devengado por poseer un porte robusto, peludo y calmoso, pero cuando abre la boca sí que muerde, al menos eso es lo que suele decir su exclusivo círculo de amistades, o sea, la pequeña pandilla de tripulantes bajo su mando en el "Second Sheila" – su viejo bote pesquero que lleva por nombre el de mi madre. Vuelvo los ojos. George y sus delirios de macro-productor pesquero.
―Hola, papá. Ya llegué sana y salva a Milán. El vuelo estuvo… bien – ¡Mentirosa! – y, acabo de escuchar tu buzón de voz. Papá, creo que si lo que estás buscando es incentivar tus ventas – no ahuyentarlas, – te recomendaría que lo cambiaras por uno más... estándar, sin los apreciativos motes de tus lindas focas. ¿Vale? Pues, te llamo luego en cuanto sepa dónde me alojaré. Adiós.
Cuelgo la llamada, persiguiendo maquinalmente a la manada de pasajeros en dirección a la Inmigración, donde el oficial de turno ojea todas las páginas de mi pasaporte y me hace pocas preguntas - quizás debido a la incontable cantidad de sellos de entrada y salida de Italia que aparecen en él. Y yo respondo con gruñidos y susurros. La verdad es que no me molestaría si investigara más allá con tal de hacer más tiempo o por primera vez me negaran el ingreso a este país que por 6 años me acogió como si fuera el mío propio, de ese modo, tendría una inexcusable razón para no regresar nunca jamás. Entonces, pestañeo involuntariamente a causa del violento y estentóreo estampido de otro sello más dándome la bienvenida de vuelta, pero este es el único que verdaderamente me pesa como un globo terráqueo de piedra maciza en mi espalda. Suspiro y continúo mi amolador trayecto.
Mientras mi mente se suspende en el limbo como un mecanismo de defensa para no colapsar, me quedo mirando perdida cómo la larga procesión de equipaje circula frente a mí. Mi cansancio es tal que me siento en un insomne sopor, carente de fuerzas, pero la lejana y reincidente voz de un hombre eventualmente me trae de vuelta.
―... Liz... ¡Liz! ¿Estás ahí?
Pestañeo toda dispersa, volviendo mi rostro a la derecha, y entonces me sorprendo al encontrar a Nathan justo ahí con el talante tan austero, incierto. ¡Madre mía! Lo había olvidado por completo.
―Lo siento. Estaba distraída – musito.
―Sí, ya vi – su tono de voz es tan bajo, grave que suena como una tonada de ultratumba. Luego desvía su intensa mirada hacia la cinta transportadora de bagaje, señalándola con su mano, y en ella hay un libro con la caratula marrón, desgastada y las páginas amarillentas que atrae toda mi atención – ¿Sabes cuál es tu valija?
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Millas de Vuelo al Sol
RomantikDEMASIADO PROHIBIDA PARA MENORES DE 18 AÑOS. FAVOR ABSTENERSE. Misterio, romance, pasión y erotismo, son los elementos de esta peligrosa trilogía que te atrapará en un mundo irreal.