Despierto veo mi reloj son las tres de la madrugada , me quedé dormida en el sofá, me levanto y me voy a mi cama medio somnolienta , me dejó caer y en menos de un minuto me quedo otra vez dormida .
Mi alarma suena es de mañana me levanto con ánimos había dormido también la noche anterior .
Me levanto de cama y llevo acabo la misma rutina de ayer , no se porque tengo estas ganas de verlo ganas volver a sentir que se hunde en mi, ganas de sentir su contacto corporal, ganas de arañarle la espalda , sentir su miembro en lo más profundo de mi .. me preparo un par de huevos fritos y y jugo de naranja nada mejor que empezar el día así una vez terminado el desayuno salgo con destino al hospital, mientras manejó pienso, todo me está saliendo bien ahora , tengo un buen trabajo y amo lo que hago, pero este hombre me hace sentir intranquila, siento que será mi perdición.
Llegué salude a todos mis compañeros de trabajos el día a estado tranquilo no muchas personas heridas , unos cuantos señores enfermos de la presión alta problemas así. Estaba sentada tomando un jugo cuando lo veo pasar , mi corazón empezó a latir de forma loca trate ignorarlo , ya que no debo sentir ningún típo de sentimiento por el sólo son revolcones es todo.
Se fue si gracias Dios por eso , y como era de esperarse me ignoro totalmente, claro sólo me conoce en la cama , el resto del día pasó como siempre , y al fin era la hora de irme a mi hogar es viernes así que puedo desvelarme un poco está noche.. Estaba sacando las cosas de mi casillero cuando mi móvil empezó a vibrar .
Ignacio
*Te espero en el lugar siempre no falles, tengo muchas ganas de ti. Ese mensaje sin duda me había causado de un enrojecimiento de mi mejillas , Y por qué no decirlo un poco de humedad ahí abajo.
*Ahí estaré. Te veo entonces. Aque horas ?
Ignacio
* Alas 7pm .
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Al limite del placer .
RomanceNOVELA ERÓTICA (Terminada Sin editar) nunca imaginé desear tanto a un hombre nunca me sentí tan atraída su aroma , sus ojos negros, su cuerpo escultural como el de un Dios griego tan sólo rogaba porque el doctor Aranibal me mirase un poco y es que...
