Toc toc. La puerta del hotel se abre y he aquí, El hermoso más sexy que mis ojos an visto, me quedé helada, embovada de una mera penosa ..
El me mira como León apuntó de comerse a su presa, Y yo estoy deseando con todas mis ganas que me coma , me siento tan caliente está noche, Estoy en llamas .
Cierro la puerta y me abanlazo en encima de el lo beso de forma posesiva, salvaje lo muero y el gime, nuestras lenguas se encuentras y bailan con una danza llena de lujuria y agonía, gimo cuando siento sus manos apretando mi culo , de forma apasionada, beso su cuello chupo . Lo guió hasta la cama sin dejar de besarlo, no se en que momento me deseche de su ropa lo cierto es que, en ese momento estaba desnudo, con su miembro enorme palpitante, su pene grueso y grande, hermoso simplemente hermoso, acostado a qui ahora en esta cama se ve realmente espectacular y todo mi deseo quiere salir , toda mi lujuria y mis pensamiento sucios van a salir ahora , poco a poco me quito la ropa despacio frente a el , sus ojos brillan, se ve jodidamente sexy , Por todos los Dioses este hombre no es real.
Me acerco poco a poco a el , me siento siento en su miembro y poco a poco voy haciendo que entre hasta lo más profundo, tocando mis paredes vaginales, el suspira y yo gritó de dolor de placer, empiezo a moverme lento, de arriba hacia abajo una cosquia viaja por todo mi ser , y quiero que sea más rápido, pero ala vez quiero así, es tan delicioso, y gime y agarra mis tetas y empieza a chupar con fuerza, vuelvo a gemir , luego lleva sus manos a mis caderas y empieza a moverlas más fuerte rápido, un gemido ahogado sale de su garganta, -Dios Bretra, voy a venirme, es tan delicioso! Es tan delicioso escuchar eso , me muevo más rápido encima de el, siento una corriente eléctrica viajar por todo mi cuerpo y luego bajar por mi columna hasta llegar a mi parte íntima, grito y explotamos los en un rico orgasmo.
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Al limite del placer .
RomanceNOVELA ERÓTICA (Terminada Sin editar) nunca imaginé desear tanto a un hombre nunca me sentí tan atraída su aroma , sus ojos negros, su cuerpo escultural como el de un Dios griego tan sólo rogaba porque el doctor Aranibal me mirase un poco y es que...
