We Want War

(II)

(Me ando inspirando para escribir esto, en muchas canciones jerjer. Se las dejo abajo, disfruten)

Amara movía sus caderas de un lado a otro, atrayendo toda la atención a ella, como ya estaba acostumbrada.

Una enorme sonrisa creció en su rostro, pues bien sabía que ahora todos los hombres le estaban viendo.

"¿Quien necesita a mamá?" Se preguntó, mientras que alguien la tomaba de la cintura. "¿Quien necesita a Lydia y a su apestosa ciudad de quinta?"

Mordió su labio, conteniendo una sonrisa por la explosión de energía que sintió sentir de su pecho; estar en estos ambientes, con este frío en Canadá siempre le provocaba una hermosa sensación.

Dio media vuelta, besando ferozmente al tercero chico de esa noche, sonriendo traviesa.

-Ahora vuelvo, no te vayas-le advirtió, mientras manejaba a la perfección sus altísimos tacones, yendo hasta la barra.

Se sentó con fuerza, mientras elevaba la mano para pedir un escocés bien cargado.

Mire hacia un lado suyo, encontrándose con que una mujer de ojos azules le sonreía.

Amara le sonrió de igual manera, dado que una vez que todas las emociones en el club afectaban su Tanuki interior (aún cuando ella no sabía que era un tanuki) no diferenciaba el sexo, tan solo las emociones.

-¿Viniste sola?- pregunto la mujer, mientras tomaba de su vaso.

Amara titubeo, pues algo le decía que la mujer tenía algo extraño dentro suyo.

-No-mintió, sonriendo con dulzura.-vine con mi novio.

Ella asintió, para después pararse e ir hasta el lugar de Amara.

Para ese entonces, Amara no sabía controlar sus poderes, ya que ni siquiera sabía que no era humana, ella tan solo necesitaba a las personas para alimentarse y no caer.

Así que no supo identificar el escalofrío que le recorrió cuando la mujer se colocó detrás de ella, tomándola con fuerza del cuello mientras susurraba a su oído.

-Sigue así, mi pequeña banshee. Escóndete detrás de Miss Jackson, esconde el temor que tienes a que nadie pueda amarte. Porque nadie lo hará, necesito que seas insegura. ¿Sabes por que lo necesito?-pregunto con voz melosa, enseguida atrapando en un extraño sueño a la inocente chica.

-No-murmuró, mientras sus ojos se cerraban.

-Porque te necesito rota e insegura de ti misma cuando llegues a mi, para poder romper tu espíritu y hacerte creer que yo soy la criatura más poderosa; ese miedo en ti, influirá demasido-la mujer le dejó un beso húmedo en su mejilla.-olvida esto, mi dulce niña. Ahora ve, ve y sigue rompiendo corazones.

Amara parpadeo varias veces, mientras miraba con el ceño fruncido hacia el alcohol.

"Está vez si me pase" negó ella, pero lo deshecho con una mano, parándose para ver con satisfacción como el chico seguía parado allí, embobado.

La chica de ojos azules sonrió de oreja a oreja y condujo al chico hasta el piso de arriba, ajena a que en un futuro no muy lejano, está parte de ella estaría muerta.

Y ajena al hecho de que toda su vida había sido manipulada por Sophie.

"Te cree, te diseñe para mi. Eres mía, pequeña banshee"