VIII

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(Si se leen la nota final y comentan mucho porque este capítulo me encanto <3 me harán muy feliz, thanks por su atención, disfruten)





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Abrí mis ojos de par en par antes de que Isaac tocara la puerta, pues escuche sus latidos desde el otro lado de la habitación.



Me pare con las sabanas cubriéndome, tomando mis ropas para colocármelas. Me hice una rápida coleta, mientras que me colocaba mis botas de entrenamiento.



Mire una vez más hacia Stiles, quien aún dormía sin inmutarse. Hice una mueca mientras iba hasta el sofá que mi enorme habitación tenía; allí estaba mi katana.



La coloque en el cinturón especial que tenía, para después abrir la puerta, la mano de Isaac quedando en el aire.



Eleve mi mano hasta mis labios, indicándole que guardara silencio.


El se hizo para atrás mientras que yo erraba la puerta con sumo cuidado, para después avanzar por el pasillo.



-¿Que está mal?-pregunte, pues apenas estaba amaneciendo.



-Hayley cree que Ekaterina está viniendo; recibió muchas llamadas de auxilio de lobos que están siendo marcados en contra de su voluntad- expresó con voz tensa, logrando que mi la sangre se me helara.



Contuve e impulso de tocar mi propio tatuaje, aquel que me recordaba el infierno que había pasado. El tatuaje en si era doloroso, pero no era solo porque la aguas traspasaba tu piel, ni porque sentías el poder de Sophie residiendo en ti, sino que el simple hecho de lo que significaba; ya no eras libre.


-Entonces ya sabe de Mae siendo nuestra prisionera-troné mi cuello, mientras tomaba aire, pues la situación se estaba complicando de más.-Llama a Bonnie y a Klaus. Nada de Davina ni de mi madre, se que ellas no podrán resistir lo que vaya a pasar en esa sala. Que me dejen con los ocho aquelarres para retener a Mae.


-Klaus ya te espera abajo- me comentó.- la única que habría de llamar es a Bonnie.



-Isaac-le detuve en su camino para cruzar el pasillo e ir en busca de la morena.



El se detuvo, confundido ante mi repentina llamada.



Tome de su mano, acercándolo a mi para después envolverlo en un fuerte abrazo.



Enseguida el sentimiento de su cálida piel contra la mía, de su corazón latiendo y de su olor, logró tranquilizarme, hacerme sentir que podía hacer esto.



-Te amo- susurré cerca de su oído, más no en este, dado que mi beta era demasiado alto para mi. Lo separe de mi, mirando hacia sus ojos abiertos en algo que parecía confusión y cariño.-Y yo lucharé con uñas y dientes para mantenerte a salvo, ¿lo sabes, verdad?



Isaac sonrió de lado, mientras que trataba un nudo por las lágrimas en su garganta.



-Se que ella habría estado muy orgullosa de la mamá que te has convertido- comentó mientras besaba mi frente, para después ir en busca de Bonnie.




Me tome un segundo para colocar una mano en mi corazón, tratando de controlar todo lo que sentía. Había perdido a mi beta, Erica. La había visto incontables veces en mis visiones, en mi muerte pues ella seguía siendo mi punto débil. Había perdido a Logan, que si bien no fue mi beta, fue alguien muy importante para mi; me dio esperanza cuando yo ya no tenía más, ideo una canción para la libertad, dio su vida para que billones más pudieran vivir. Ambos habían muerto demasiado jóvenes, sin yo poder hacer nada.



We Want WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora