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Pequeño consejo; si leen esto escuchando la playlist de la historia, tal vez les guste más.


•••






-Papá dijo que estaría aquí- se quejó la pequeña niña de ojos azules, mientras que mi mano rozaba su mejilla. A su lado, su hermana gemela descansaba en un profundo sueño.


Me forcé a mi misma a sonreírle e intentar ocultar las lágrimas que se avecinaban a mi.

-Papá está muy ocupado-dije, mientras tragaba duro.-pero mañana en la mañana lo veremos justo antes de irnos a la casa de tia Lydia, ¿está bien?


La pequeña que residía en la cama aún despierta, tenía por nombre Lydia. Mientras que la otra copia exacta a ella, que estaba dormida, se llamaba Talia.


-Está bien-murmuró ella, mientras se recostaba y veía fijamente a la ventana.

Hice una mueca al ver que ella no estaba satisfecha con mis palabras, pero no podía hacer nada más. Minutos después, ella no pudo evitar caer dormida y fue cuando decidí salir de su habitación.

Nos había tomado mucho tiempo, pero logramos hacer que la casa Hale volviera a ser un hogar.

Estaba por irme a la cama cuando escuche la puerta principal ser abierta.

Juguete con el hilo de mi suéter, mientras que titubeaba.

-¿Isaac?-pregunte mientras que mis zapatos hacían sonido al haber ido hacia las escaleras a ver.

Controle que mis ojos no se convirtieran cuando logre ver quién era; Derek.

-Amara, ¿que haces despierta tan tarde?-frunció el ceño.-¿las niñas están bien?

-Ellas están dormidas-alegue, mientras que bajaba hasta llegar a el.-¿donde estabas?

El verde en sus ojos enseguida se oscureció un poco, y quise golpearlo enseguida; ¿acaso no recordaba que yo era una maldita criatura hecha de mentiras? Como el infierno que sabía reconocer una.

-La manada crece cada día más-dijo en cambio, logrando hacer que mi corazón sangrara.-están esperando ansiosos un heredero hombre-comentó hacia mi.-supongo que es algo con lo cual tendremos que trabajar.

No pude evitar soltar un risa seca, enseguida llamando su atención.

Coloque dos dedos sobre mis labios, mientras intentaba contener la sonrisa cínica que crecía en ellos.

-Lo siento-me disculpe.- es solo que me parece gracioso que lo digas como una "broma"- hice las comillas con mi propia mano.-Porque de hecho, eso es lo que soy, ¿no es así? Soy la mamá Alfa, pero resulta que ahora solo sirvo de adorno y para procrear. ¡Porque ni siquiera llego a servir solo para satisfacerte!-le grite sin poder evitarlo más.-¿no es así? Vamos Derek, ¿en serio creíste que no sabría lo tuyo y lo de Sarah?

El rostro de Derek se volvió pálido, pero enseguida dio un paso hasta mi.

Eleve mi mano, deteniéndole y no pudiendo evitar que mis ojos se volvieran negros.

-Me tratas como una... como si no valiera nada-dije con voz rota.-Mírame, Derek; tengo arrugas a los veinticinco años, mi cuerpo está cansado y más aún porque me pediste que ocultara mis poderes desde que las niñas nacieron. Deje la escuela preparatoria a los diecisiete, la misma edad que tuve a las gemelas. Te di mi vida entera, ¿pero aún así no soy suficiente?-pregunte mientras hacia una mueca, las ácidas lágrimas tocando mis mejillas.

We Want WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora