Capítulo 12:El picante en los mensajes (3º Parte)

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Colocó las manos en su cintura y le dio la vuelta de repente, haciendo que la antropóloga dejara escapar un jadeo ahogado. Comenzó a bajar la cremallera lentamente, con parsimonia, besando y recreándose en cada trozo de piel que descubría.

-Llevo deseando bajarte la cremallera de este vestido desde que te la subí. -Su nariz recorrió lentamente la espina dorsal de la antropóloga hacia arriba hasta detenerse en su cuello y besarla allí-. Date la vuelta y quítate el vestido.

Brennan se dio la vuelta y, sentada en la cama, se quitó el vestido por la cabeza de un único y fluido movimiento. Era extrañamente erótico estar completamente desnuda mientras su marido no había perdido ni una sola prenda de ropa. Booth la miraba embobado y ella sintió su poder más allá de la vulnerabilidad. Llevó las manos a sus pechos y los acarició, haciendo que el agente saliera del trance, tumbándose sobre ella.

-Booth... Quítate la camisa. -Su marido la obedeció sin dejar de besarla. Cuando volvió a descender a su cuello Brennan aprovechó para hablar-. Ahora... Ahora la hebilla del cinturón.

Booth obedeció pero, antes de que ella pudiera decir nada más, intervino.

-Si me quedo desnudo voy a estar dentro de ti demasiado pronto.

-No es demasiado pronto -gimió Brennan mientras se retorcía de placer ante los dedos del agente en su entrada-. Te necesito dentro de mí...

-Y estaré dentro de ti pero hay una cosa que quiero hacer antes -besó su estómago y descendió hacia su entrada. Cuando Brennan sintió su aliento en ella tiró de su cabello, haciendo que él alzara la cabeza y la mirara inquisitivo.

-No te quites los bóxers pero... Quítate los pantalones. Me gusta verte el culo.

Si Booth no hubiera estado tan excitado se habría reído. Sin embargo, todo lo que salió de su garganta fue un gruñido mientras se desembarazaba rápidamente de los pantalones.

-Me encanta comerte -confesó el agente mientras besaba sus muslos hacia arriba, poco a poco-. Adoro tu sabor... -lamió uno de sus labios y después el otro, lentamente, recreándose en los gemidos de su esposa-. Me encanta escuchar tus jadeos, tus gemidos, saber que te estoy volviendo loca...

-Booth, no pares... Un poco más arriba, por favor... ¡Oh, sí, ahí! -Booth sentía cómo su autocontrol se evaporaba mientras llevaba a Brennan al orgasmo-. ¡Oh, Dios, BOOTH! -gritó corriéndose y su marido no pudo evitar correrse con ella.

-Cada día eres mejor en esto -jadeó Brennan, una sonrisa de placer saciado en el rostro mientras acariciaba el cabello de Booth con cariño-. ¿Qué? -preguntó al ver a su marido abatido en vez de satisfecho-. Sabes que no miento.

-Lo sé, Huesos -sonrió. Lo mejor de ella era que nunca mentía-. Es sólo que quería correrme dentro de ti y... bueno, me has vuelto loco.

-¡Oh! -exclamó ella al entenderlo-. Sigo queriendo que hagamos el amor en esta cama. Y sabes que eso no es un problema para mí. Sólo déjame... -pidió con una sonrisa maliciosa mientras hacía que el agente se tumbara boca arriba. Se colocó sobre él y se besaron apasionadamente. Las manos de Brennan se posaron en la cinturilla de los calzoncillos de Booth y éste colocó las manos sobre las de ella, ayudándola a desembarazarse de ellos. Su boca descendió a su cuello y a la clavícula, donde sabía que Booth era especialmente sensible.

-¿Sabes que siempre he querido acostarme contigo aquí? -susurró en su oído, lamiendo la oreja y haciendo que su marido se estremeciera-. La primera vez que me enteré de que Angela y Hodgins tenían su "nido" aquí me imaginé a nosotros utilizándolo. -Sus manos y sus labios fueron descendiendo por sus pectorales, acariciando sus pezones, besando su estómago y sus poderosos muslos.

-¿Sabes qué es lo que más me gusta de hacerte esto? Que estás completamente a mi merced. -Sus labios avanzaron por el interior de los muslos, besándolo con parsimonia para lamer lentamente los testículos. Sonrió al ver que el pene de Booth ya estaba semitumescente. Sabía lo que su marido quería pero prefería volverlo loco un rato más, acariciando sus muslos sin tocar su pene.

-Huesos, por favor... Tómame en tu boca.

-Aún no -sonrió la antropóloga, deslizando un dedo por su longitud-. Me encanta ver cómo te endureces por mí, cómo te agrandas -lamió la punta de su pene y fue recompensada con un jadeo por parte del agente-, cómo te excito...

-Huesos, por favor... ¡Oh, sí! -gimió cuando sin previo aviso ella se introdujo el pene en la boca. Acarició su cabello mientras se perdía en las sensaciones.

Brennan se separó de él lentamente, besando sus muslos y subiendo hacia su boca sin dejar de acariciar firmemente su miembro.

-No sé por qué te sentías tan mal por el "disparazo".

-Se dice "gatillazo", Huesos. Y no ha sido eso, simplemente me vuelves loco.

-No me ha llevado ni 5 minutos ponerte a punto.

-Es que eres muy buena, Huesos -sonrió, colocándose sobre ella.

-Tú tienes un periodo refractario sorprendentemente corto para un hombre de tu edad.

-No digas eso, que se pone triste -bromeó, señalando su pene.

Brennan se rió a carcajada limpia y Booth no pudo evitar sonreír a su vez.

-Me gusta oírte reír -confesó enmarcándole la cara con las manos-. Me gusta verte feliz, saber que te hago feliz.

-Lo haces y... ¿Booth?

-¿Sí? -preguntó el agente, alerta ante el tono provocativo de su esposa.

-Si hablar del periodo refractario pone triste a tu pene, ¿qué es lo que lo pone contento?

-Verte a ti, preferentemente desnuda.

-Aquí me tienes -sonrió Brennan, abriendo más las piernas bajo él-. ¿Qué más?

-Estar dentro de ti -replicó Booth, introduciéndose lentamente dentro de ella y jadeando ante la facilidad de la entrada.

-Oh, sí... Sigue... ¿Qué más?

-Escucharte correrte para mí -jadeó, moviéndose frenéticamente dentro de ella para finalmente acariciar su clítoris, haciéndola explotar en un éxtasis tan intenso que se le nubló la vista por unos segundos. Booth la siguió poco después.

El agente salió de ella y Brennan se acurrucó en su pecho, sintiéndose protegida por sus fuertes brazos.

-Ha sido, con diferencia, la fiesta del Jeffersonian en la que mejor me lo he pasado -bromeó Booth mientras le besaba el pelo.

-Yo también. Y quiero decirte que disfruto mucho que no seas puritano. Si no, no habría podido llevarte aquí.

-¿Por qué no me dijiste aquella noche que una de tus fantasías era hacerlo en esta cama?

-Porque mientras hablábamos estabas tocándome y... bueno, no conseguía concentrarme demasiado.

-¿Ah, sí? -preguntó Booth con una sonrisa-. Pienso sacarle provecho a esa información -y, apretándola contra él, la besó apasionadamente. Seguro que la cama de Cleopatra aguantaba una segunda ronda.

Hola \😁/ Por fin nuevo capítulo 😅 Espero no haberlos matado con este final😏😂 Recuerden dejar su voto 😁 🌟

FANTASIAS (DEMILY) (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora