Booth subió las escaleras de dos en dos, alegre de estar ya en su casa a pesar del cansancio del día.
Eran las 2 de la mañana, la reunión con los directores del FBI se había alargado más de lo que a él le parecía necesario.
Por debajo de la puerta del dormitorio salía una luz débil, y sonrió pensando en su esposa intentando esperarlo despierta.
Su esposa, cómo le gustaba pensar así en ella.
Empujó la puerta y se detuvo asombrado. Huesos estaba sentada en la cama con el portátil en su regazo y una expresión algo triste.
- Huesos.. - la llamó, interrumpiendo su ensimismamiento.
- Oh, estás aquí - suspiró ella aliviada -. ¿Cómo ha ido la reunión? - le preguntó.
El agente torció el gesto en una mueca que la hizo sonreír.
- Ya sabes, lo de siempre, todos quieren mostrar que son los mejores - descartó los asuntos de trabajo con un ademán, se quitó los zapatos y se sentó a su lado en la cama mientras se aflojaba la corbata-. ¿Qué te tiene despierta a estas horas, además de esperar a tu guapo marido?- bromeó intentando mirar la pantalla.
- No es nada- se apresuró a cerrar las ventanas del navegador abiertas mientras se sonrojaba.
- ¿Nada? - el agente la miró a la cara y advirtió su apuro -. Tú no te quedas por nada a estas horas, especialmente entre semana, y además mañana es la fiesta de Halloween del Jeffersonian, ¿te acuerdas?
- Me acuerdo - gruñó ella -. Vamos a dormir, es tarde.
- No - Booth la interrumpió colocando su mano sobre la de ella que ya estaba cerrando el portátil -. Dime qué te preocupa.
- Es una tontería.
- No importa, soy tu marido, nada de lo que a ti te preocupe son tonterías - la sujetó de la barbilla y vio brillar sus ojos azules.
Ella terminó inclinando la cabeza y apartando la mirada.
- Hoy me he probado el disfraz para la fiesta - musitó en voz baja.
Booth la miró sin comprender. Sabía que hablaba de su disfraz habitual de Mujer Maravilla, y no podía esperar para volver a verla en él. En parte le gustaba que ella usara el mismo disfraz todos los años, y agradecía que fuera de un cómic que conocía en lugar de algún personaje científico como los que ella admiraba.
- No me siento cómoda en él ahora, Booth - aclaró la científica -. En la parte superior concretamente - hizo un gesto señalando su abundante pecho y el agente comprendió o creyó comprender.
- Huesos, no creo que sea para tanto - suavizó la voz -. En realidad siempre has tenido pechos grandes y... - bajó el tono al notar la mirada enfadada de su mujer - perfectos, claro - aclaró.
- ¿No crees que sea para tanto? - terció ella -. Creo que necesito que tenga dos tallas más al menos, no puedo ir con ese disfraz.
- No creo que hayas aumentado dos tallas de pecho, Huesos, sólo...
La científica lo interrumpió sin miramientos.
- No puedes saber eso, tú no entiendes de tallas - argumentó.
- ¿Sabes qué? Enséñamelo - la desafió el agente, sabía que Brennan no se rendiría ni aceptaría que él sabía perfectamente todas las medidas de su cuerpo.
- ¿Ahora? Son casi las 3 de la mañana - intentó defenderse la antropóloga -. Vamos a dormir.
- Tú eres la que se ha quedado despierta hasta esta hora - contestó el agente -. Pruébatelo, te daré mi opinión y podremos dormir tranquilos.
Brennan se cruzó de brazos como una niña enfurruñada, pero el agente no dejó de mirarla a los ojos, hasta que a regañadientes se levantó de la cama.
- Ahora mismo vuelvo - gruñó por lo bajo -. Como te duermas antes de que vuelva o te rías no tendremos sexo por una semana - lo amenazó antes de salir de la habitación camino del baño.
Tan sólo dos minutos después estaba de vuelta, esta vez descalza y con una bata cerrada fuertemente alrededor de su cintura.
- ¿Lista? - le preguntó el agente, echándose hacia atrás en la cama, con los brazos cruzados detrás de la cabeza y una sonrisa en sus labios.
- Siempre estoy lista - respondió ella desafiante, quitándose la bata de un tirón.
El silencio se apoderó de la pequeña habitación mientras Brennan apretaba los puños en los costados para no taparse con las manos y Booth la recorría con la mirada de arriba abajo.
Los ojos del agente se detuvieron en la parte superior del traje y tragó saliva ruidosamente...
Por fin! Nuevo capítulo 😅 Perdón que los he tenido tan abandonados 💔😣 Pero por fin podre actualizar más seguido 😁 Bye 👋 Recuerden dejar su voto 🌟
ESTÁS LEYENDO
FANTASIAS (DEMILY) (PAUSADA)
أدب الهواةHuesos era ahora su esposa, y aun antes de serlo había sido la protagonista de muchos de sus sueños más eróticos, aquellos por los que sentía que tenía que confesarse, porque incluso estando con otras no podía evitar al mirarla admirar su cuerpo.😏🔥
