Camellia, veinte años , tan hermosa y única como el capullo apenas vivo en primavera, pero oculta entre toda la variedad de tantos brotes exuberantes.
Entre toda esa multitud, hay un pequeño brote, en dónde Camellia se siente atraída de una manera...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
S I E T E
[ COMO OLVIDAR ESOS OJOS]
CANCIÓN: Memories~ Shawn Mendes
Si alguien me hubiera dicho que una persona como Gregg algún día se comportaría amable conmigo, automáticamente me habría reído en su cara. Cuando le dije a Gregg que nos dejará solos a mi y a Alex se fue sin decir ni una palabra, y ahora se por qué.
El muchacho tenía sueño
Si, en el momento en que vio mi cama se dejó caer como oso polar en su cueva. Traté de quitarlo pero no funcionó, sus grandes músculos hacían que pesara kilos—que digo kilos, toneladas—Gregg...haz...me el favor de moverte —murmuré mientras lo empujaba con fuerza—Perfecto, dormiré en el sofá —tome las cobijas que guardaba en un cajón y me las lleve cargando, me acosté tratando de encontrar la posición más cómoda posible. Afortunadamente, Tamara y mi padre no regresarían hasta mañana lo cual me dejaba sumamente tranquila, de tan solo imaginarme a mi papá rojo como cuál tomate al ver a Gregg en su casa; dormido.
Me mataría.
Desperté con la posición más extraña del mundo, mis piernas se encontraban en el sillón mientras que mi abdomen y mi rostro en el piso. Me puse de pie y trate de acomodar mi cuerpo pero me dolió en el alma, el dolor de la espalda me hacía imposible moverme y ni hablar del dolor del cuello. Fui dando pasos cortos hasta llegar a la cocina, saque unos huevos y comencé a prepararlos, de repente escuche unos país acercarse a la cocina, sabía de quién se trataba; yo tenía mi cuchillo listo para la acción.
—¿Hola? —su voz adormilada me desconcertó por unos segundos—¿Qué pasó anoche? —preguntó aturdido.
—Te emborrachaste, me empujaste, no sabía dónde vivías y como soy una persona de gran corazón te deje quedarte aquí —apague el fuego de la estufa y me dispuse a servir el desayuno.
—No, yo no hablo de eso, ¿Qué pasó entre tú y ese chico? —preguntó.
—Es mi novio y no, no pasó nada —comente y era verdad ya que literlamente no había pasado nada entre Alex y yo, serví su plato y se lo ofrecí.
—Yo no vi lo mismo —comenzó a mover la comida—Yo te vi..llorando —dijo—Como olvidar esos ojos... —dijo como si nada.
¿Qué?
El se dio cuenta que me había quedado quieta, muy confundida a decir verdad.
—Hablo de... —empezó a tartamudear causándome una mirada divertida—Ya sabes...t..tus ojos estaban llenos de lágrimas y me es imposible olvidarlos —dijo.
Seguí riéndome por dentro.
—Okay —finalice, el se quedo pensando por unos segundos hasta que decidí cambiar de tema—¿Por qué estás siendo tan amable conmigo? —pregunté.