Camellia, veinte años , tan hermosa y única como el capullo apenas vivo en primavera, pero oculta entre toda la variedad de tantos brotes exuberantes.
Entre toda esa multitud, hay un pequeño brote, en dónde Camellia se siente atraída de una manera...
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ONCE
[ESTÚPIDAS HORMONAS ]
Definitivamente , lo mío no era la moda.
Tan solo faltaban tres horas para que el evento empezara y yo sin atuendo. Ya había recorrido mas de cinco tiendas y ninguna me convencía, opte por pedirle ayuda a mi hermana, así que ella y yo fuimos corriendo a buscar algo que tan siquiera pasara desapercibido-
—Creo que este te quedaría perfecto— dijo Cyclamen mientras me enseñaba un jumpsuit negro muy bonito.
Lo arranque de sus brazos y me dispuse a pagarlo.
— Pero... ni siquiera has visto si te queda bien...— Cyclamen dijo confundida
—Mujer, estamos a tres horas antes de que empiece ese evento...—dije mientras le entregaba el dinero a la señorita, quien nos miraba expectante por enterarse de los asuntos ajenos a ella—créeme, no me va a dar tiempo de nada—
— Si tú lo dices...
Después de treinta minutos, llegamos al penhouse.
Mentiría si les dijera que no estoy en nerviosa, sin embargo, lo estoy, que irónico; nerviosa por un simple evento con una simple persona.
"simple persona, Ja ni yo me la creo"
La verdad es que ni siquiera se lo que siento, ¿cómo me explico?
Es como si estuvieras en un debate hormonal, tratando de concentrarte en no pensar en tal persona, pero no se puede, por que tú mente u hormonas se empeñan tanto en recordarte a esa persona y claro, eso nos lleva a la pregunta del día.
"Qué pasaría si...?"
"Las odio estúpidas hormonas"
— ¿Ya terminaste?— La voz de mi hermana me despertó de mis pensamientos .
— Emm, si — comenté nerviosa— se me hace tarde, sera mejor que vaya a arreglarme ya —salí corriendo directamente a mi habitación.
A los quince minutos salí, el cabello arreglado, con unas ondas muy naturales, no quería verme descuidada pero tampoco muy arreglada para la ocasión.
Faltaba la parte más complicada, el maquillaje.
Sabia que para esto iba a fracasar, por que si, lo he intentado y no quieren que les cuente de eso, eso lo dejamos en la sección de "Camellia, la que intento maquillarse pero la confundieron con payaso de fiesta infantil"
— ¡Cyclamen!— exclamé y no tardo ni veinte segundos en llegar.
— Necesito el highlighter, contour y blush— entro como niña desquiciada — Sabia que morirías en el intento querida hermana... por eso vine preparada, pero veo que tu neceser solo consta de un bálsamo y ... ¿goma de mascar?—
— Mujer prevenida vale por dos — conteste tratando de defender mi pobre alma en pena.
— Prefiero no escuchar tus argumentos patéticos — dijo divertida — manos a la obra.
Después de varias pruebas, que si la sombra combinaba pero el labial no, que las pestañas... sinceramente solo deje que mi hermana hiciera su trabajo, ella tenia mucha más habilidad con eso del maquillaje.
Termino después de unos quince minutos, terminamos justo a tiempo, comencé a organizar mi bolso hasta que escuche que alguien tocaba la puerta. Estuve a punto de ir a abrir la puerta cuando mi hermana me corto la inspiración.
— Aguarda un momento señorita — cerro la puerta de mi habitación — ¿Acaso no te ha pasado por la cabeza presentarme al futuro padre de mis sobrinos?.
No se por que ni como, empece a sentirme totalmente colorada, ¿Qué rayos estaba pasando conmigo? Casi sentí como las hormonas me decían; "No nos culpes a nosotras, malagradecida."
Lo siento, pero necesito encontrar a las culpables de todos mis males en esta vida.
Dios, que dramaqueen eres Camellia.
Creo que son lo nervios.
¡Basta de vómito mental"
— Contéstame — Cyclamen dijo.
— ¨P-P...pues no se me había ocurrido pero vamos, es tú oportunidad de brillar — la quite de la puerta.
— Vale —
Cuando llegamos al living estaba más que nerviosa, quería correr y esconderme en el guardarropa.
Vamos, no es tarde para poder llevar acabo mi plan maestro.
— ¡Pero que bellas flores! —
Nope, abort mission.
Me quede sonriente viendo como Gregg, si el chico egocéntrico y envidioso de siempre, traía consigo un ramo de Camellias.
Que cursi.
e irónico, JA.
Pero que guapo se ve con ese traje.
¡Para ya mujer!
Solo espero que la suerte este conmigo y no termine enamorándome de este espécimen.