El Chico y la Bestia

Capitulo 9

— lo siento...

— ¿seguirás con eso? Ya te dije qu-

— es que no me...después de todo lo que hice, yo... —se separa mirando el suelo nervioso.

— no le tomes tanta importancia, no fue para tanto, Kirishima...

El pelirrubio trataba de acercarse pero Eijirou insistía en alejarse unos centímetros. Hay veces que le molestaba ser así pero, en esta ocasión se sentía muy mal consigo mismo.
Ahora que se colocaba a pensar y recordar todas sus acciones, se sentía como un completo idiota.

— lo lamento, no puedo seguir con esto, Al menos, no mientras me sienta de este modo.

Al levantar el rostro, se encuentra con el chico apretando sus puños y mandíbula con la mirada gacha.

— ¿porque lo haces...por-porque...

— Baku...

— ¿¡es por esa chica!? —el muchacho levanta el rostro furioso y con los ojos brillantes. Pareciera que en cualquier momento comenzaría a llorar— ¿¡porque eres tan...tan... para causar que me comporte como un verdadero idiota!? ¡Ya dije todo lo que siento por ti! Y ¿¡así me respondes!? Ya se... —se restriega los ojos con la manga de su camiseta y mira al contrario con los ojos llorosos— Eso es lo que eres, una maldita mierda pegada a mi zapato, solo un personaje secundario...¡¡un maldito e infeliz personaje secundario que se había vuelto lo más importante para mí!!

Se acerca bruscamente al pelirrojo y lo toma de la camisa con el puño levantado sin despegar la mirada de los ojos del muchacho.
¿Que es lo que estaba haciendo? Lo único que había querido es estar con el pero, ahora, Solo lo estaba rechazando. Se sentía como un completo imbécil que nada le sale bien.

— si es por...si todo esto lo haces porque ahora sientes algo por esa chica, no te lo perdonaré... —levanta el puño aún más decidido a golpear pero se detiene antes de llegar a su rostro— ¿no dirás nada? Solo...te quedarás callado ¿¡y ya!? ¡Habla maldición!

— Blasty...

— ¡no me llames así! —gritaba molesto y con un triste tono en su voz.

— solo soy un idiota que habla sin pensar en las consecuencias, me merezco ese golpe que me darás. —desvía la mirada apenado con un leve puchero al igual que un cachorro arrepentido.

— si, eres un verdadero idiota. —suspira tranquilizándose y soltando a su compañero— pero eres un idiota al cual quiero...

El pelirrubio coloca ambas manos alrededor del cuello de su compañero y lo empuja levemente acercando sus labios a los contrarios.
Aquel beso si que dolía y esta vez no solo le afectaba a Kirishima. Para Bakugou esto era como un golpe bajo y la mezcla de sentimientos que tenía le molestaban.
Esto era algo completamente nuevo para ambos chicos. Nunca habían experimentado algo similar y menos si se trataba de un amor entre hombres.

— bien. —toma distancia evitando cualquier contacto visual— has lo que quieras Kirishima. Sea cual sea tu decisión yo...tsh.

Este levanta su brazo con el puño cerrado como esperando algo...Eijirou sabía exactamente lo que tenía que hacer. Levanta el brazo con el mismo gesto y lo choca con el del contrario.
Logra esbozar una sonrisa mostrando los dientes la cual no pudo mantener por mucho tiempo.

— ya, me tengo que ir pedazo de mierda. Nos vemos luego. —mete su mano al bolsillo de su pantalón y con la otra le hace gestos de despedida agregando una forzada media sonrisa.

Esa sonrisa había sido el punto de quiebre para Kirishima.
Cuando la figura del chico había desaparecido completamente, este da un paso hacia atrás como si hubiera perdido el equilibrio dando un gran suspiro. Sin siquiera darse cuenta, por sus mejillas corrían las lágrimas que tanto trató esconder.

— tsh! ¿Que hice? Bakugou... —se agarra el cabello en un acto de nerviosismo mientras miraba el suelo— no me agrada sentir todo esto...duele...¡mierda! ¿Porque esto tiene que ser tan difícil? Si es tan obvio que yo quería estar con él pero aún así le dije que no podía...¿porque?...

Así se mantuvo un buen tiempo susurrando y lamentándose por lo que acababa de hacer.
El ambiente era tan calmado; Se escuchaba el viento soplar mientras movían las hojas, las aves cantando, los vehículos se escuchaban casi como un soplido cuando pasaban por fuera. Era una sensación tan tranquila pero a la vez tan inquietante.

Se acomoda las ropas, se limpia las lágrimas con la manga de su chaqueta y toma una gran bocanada de aire para luego liberarlo en un gran suspiro.
Sin decir nada, sólo esbozando una sonrisa forzada, sale de los dormitorios del instituto en dirección a quien sabe dónde.

...Tal vez, fue por algo de comer ¿quién sabe?...