Capítulo 4: Mamá

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Me toma un poco de tiempo acoplarme a esta ciudad, me siento tan extraña y diferente, no solo por el hecho de ser rola (gentilicio usado en Colombia para referirse a los bogotanos) y que todos aquí sean paisas (gentilicio usado en Colombia para referirse a los pereiranos) y su acento sea super lindo, aparte de eso no puedo sentirme yo misma, siento que algo me falta y ¿cómo no? Dejé mi vida atrás, ya no me conozco, soy distinta.
Todos observan a la chica nueva ¡Dios! Nunca había sentido tantas miradas sobre mi.
Mis días transcurren normales, decido entrar al equipo de fútbol femenino de la escuela. Es mi oportunidad para integrarme y tener más amigos, además de que me gusta el deporte y la disciplina.
El primer día de entrenamiento, estoy llena de angustia.
Si, lo sé yo siempre estoy angustiada.
Pero ésta vez trato de convencerme que será un día normal y que todo estará bien.
Me sorprendo mucho al ver que me reciben muy bien y que todo transcurre con mucha calma y profesionalismo, me encanta—Quiero quedarme—grita mi subconsciente.

Terminé exhausta, me duele todo el cuerpo pero me siento bien, por fin me siento bien aquí.
—Creo que mi padre tenía razón, será un buen año—me dije a mi misma.

Todo va mejorando, tengo nuevas amistades y me va bien en los exámenes.
Tenía mucho miedo, debo admitirlo, tenía miedo de no encajar, de no tener amigos, de ser la chica nueva antisocial, Pero no fue así y eso me llena de emoción.

Las chicas con las que estoy son muy graciosas, se ve que son buenas personas y espero confiar en ellas pronto y poder llamarlas amigas.
Ya es viernes y mi madre llega hoy en la tarde, estoy tan emocionada por verla porque me hace tanta falta.
La tarde transcurre muy rápido, debe ser por la emoción que siento. Por fin llega mi mamá, estoy tan feliz de verla, la abrazo tan fuerte que la dejo sin aire.

—Para cariño, también estoy feliz de verte pero me asfixias—la suelto al notar la fuerza que estoy ejerciendo.
—Lo siento mami es que te he extrañado tanto—la beso y voy a la cocina a prepararle su té favorito. Luego vuelvo y me siento a su lado para que me cuente como ha estado.

Pasamos un fin de semana increíble ya que salimos a comer a mi restaurante favorito, disfrutamos de un tiempo en familia, le contamos a mamá todas nuestras experiencias hasta el momento y solo por un fin de semana sentí que toso estaba bien y que era perfecto, pero no todo es color rosa y lastimosamente mamá se tiene que ir para volver a su trabajo.


—Adiós mamá, te Extrañaré un montón.
—Hasta pronto mi linda Naty, no te preocupes solo tengo que terminar unas cuantas cosas y te prometo que en menos de un mes estoy aquí con ustedes—me da un beso y luego se dirige a papá.
—Adiós cariño, mucha suerte con los niños, me harán mucha falta —mamá le da un beso a papá y sin decir más atraviesa la puerta y se marcha.


Papá prepara la cena, Sebastian y yo hacemos nuestros deberes y nos vamos a la cama, fue un largo día, estoy muy triste y cansada los ojos me pesan y sin darme cuenta en que momento, caigo en un profundo sueño.

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