Lo intento, en verdad lo intento: Capitulo 11

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Narrado por Amanda, la madre de Natasha.

—¿Está todo listo?— Pregunto a uno de mis asistentes.
—Sí señora, todo está ordenado y listo para enviar— responde él muy temeroso.
—Me parece bien—. Lo fulmino con la mirada y me dirijo a todo mi personal
—No quiero ninguna clase de problemas con los envíos. Voy a visitar a mi familia y espero que todo éste trabajo salga con éxito.
—Si señora— responden todos al unísono.
—Disculpe—Volteo a ver quién me habla—¿Va a viajar sola?
—¿Perdón?
—Mi señora— Empezó diciendo— Es muy peligroso que viaje sola, ya sabe que usted es importante y pueda que le pase algo, permitame viajar con usted y protejerla.
—Primero que todo, yo me puedo cuidar sola y segundo lo que yo haga a usted NO-LE-IM-POR-TA— Dije golpeándole él pecho con mi dedo índice.
—Sólo decía.
—Pues no necesito que diga nada, necesito que vaya a su lugar y trabaje, por algo le pago, ¿no?
—Si señora, permiso— Se retiró rápidamente dando largas zancadas.

Vuelvo al apartamento a terminar de empacar, estoy tan feliz de poder finalmente ir con ellos, los extraño tanto. Necesito éste trabajo pero amo aún más a mi familia; debo encontrar la manera de sobrellevar los dos.

*LLAMADA TELEFÓNICA*
Naty, mi amor. ¡Qué alegría escuchar tu voz!
—¿Cómo estás mami?¿Cómo va él trabajo?
—Ohh excelente cariño, ha estado pesado ésta semana.
—Pero bueno mami, eres increíble y le haces un bien a muchas personas, ayudandolas—. Carraspeo y aclaro mi garganta al escuchar lo que mi hija dice.
—Eres hermosa, gracias por pensar así de mí, te tengo buenas noticias hija, hoy viajo para allá, saludame a tu hermano y tu papá. Mas o menos sobre las seis de la tarde estoy llegando.
—¿Es enserio?—Da un pequeño chillido que me hace automáticamente alejar el celular del oido— ¡Que felicidad mami! Te espero muy ansiosa, te amo. Nos vemos pronto.
—Nos vemos pronto, saludos a los hombres de casa.
—Adiós mamá
*FIN DE LA LLAMADA*

Me quedo mirando con mucha tristeza la pantalla del celular. Quisiera estar con ellos todo él tiempo pero mi trabajo me lo impide tanto. No puedo dejar todo tirado y ya, es difícil renunciar a esto.

Mientras conduzco de camino a casa pienso en cual será la reacción de mi familia, ¿Se alegrarán de verme? Tal vez mis niños sí, pero Augusto no tanto; Hemos discutido mucho últimamente y él no está muy contento con que esté lejos de casa, probablemente me espere con un gran sermón. Estoy pensando en decirle la verdad de mi trabajo, siento que es importante qué el lo sepa por mí antes de que se entere de Otra persona.

—¡Hola mi amor!— Abracé a Sebas primero porque el me abrió la puerta, luego veo a Natasha—Ven aquí— le digo y también le doy un cálido abrazo.

—No saben la falta que me hacen.

—Lo sabemos mami, ¿Te quedarás toda la semana?— Naty me pregunta con un brillo de esperanza en sus ojos.

—Me gustaría mucho Naty, pero sabes qué tengo que volver al trabajo— Me duele tanto decirles lo mismo siempre.

  —¿Cuándo volverás a vivir con nosotros?— me incómodo un poco al escuchar esa pregunta por parte de Natasha, respiro profundamente y le respondo.

—Hija, por ahora no puedo venir con ustedes, tengo un buen trabajo allá y no estoy segura de conseguir uno igual acá, además no estamos mal económicamente gracias a ese empleo así que disfrutemos cada segundo que podamos pasar en familia, ¿Bueno?

—Si mami— le doy un beso y se me escapa una lágrima pero la limpio rápido sin que se de cuenta.

Llegó la hora de la verdad. Divisé a mi querido esposo y encaminé hacía él.
Obviamente apenas me vio me saludó con mucho sarcasmo
Me lo llevé a la cocina para qué los niños no escucharan la conversación.

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