Capítulo 15: Hablemos

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Con mi primo en casa la convivencia con papá es más complicada y da un poco de vergüenza, estoy pensando en hablar con mi papá y que me perdone pero lo veo un poco complicado.

Ya amaneció, el reloj de pared marca las 9:00 am y a esta hora papá ya debería estar levantado, abro la puerta de mi habitación y no escucho ningún ruido, me asomo por las escaleras al piso de abajo y no veo a nadie.

—¿Qué haces? —Dice mi primo tomándome por sorpresa

—Casi me matas de un susto -digo muy dramática y llevándome las manos al pecho.
—Ay no exageres—dice volteando los ojos cruzando los brazos sobre su pecho
—Estoy tratando de ver si papá ya está despierto.
—Creo que sigue dormido, es Sábado déjalo descansar. Mejor prepara mi desayuno mujer—hace un ademán  y se ríe de mi.
Ambos bajamos a la cocina, le indico que se siente en la barra. Voy por unos huevos, mantequilla, jamón y queso lo indicado para hacer unos omelets.
Recuerdo que hay un poco de zumo de naranja, así que lo sirvo con lo que preparé y desayunamos juntos.
El me cuenta sobre sus estudios, sus viajes y algunas mujeres que se quedaron cautivadas por su belleza, no puedo evitar soltar una carcajada ante esto último.

Un carraspeo nos hace dirigir la vista a la entrada de la cocina, es papá, ya se ha bañado y vestido entonces supongo que tiene que salir a algún lugar.
—Buen día  marco, espero hayas dormido bien.
—Buen día tío, fue una noche agradable.
—Qué bueno, me alegra.
—Buenos días papá —dije, al ver que siguió derecho y no me saludó,  ¿Está aplicando me la ley del hielo? Que le pasa
—ah—dice como si apenas se percatara de mi presencia — buen día—y dicho eso siguió  a preparar su café de la mañana.

Marco me mira con un poco de lastima y entendiendo como me siento, lo miro y subo mis hombros como restando le importancia al asunto pero por dentro estoy destrozada, me duele su indiferencia.
Terminamos de desayunar y cada uno subió a su habitación para arreglarse.

Ya bañada y en toalla no se qué elegir de ropa, noto que hoy está haciendo  un día muy soleado así  que opto por un body negro con un short de Jean y unas zapatillas blancas.  (Aunque se que estoy castigada y no saldré el día de hoy)
Arreglo mi habitación y después bajo a ver que hay de nuevo.

Sebastian y papá están sentados en el sofá ya que van a ver una película, este es buen momento  para llamar a papá  e intentar arreglar las cosas con él.
—Papá—digo mientras voy acercándome a él.
—¿Qué  quieres?
Papá,  necesito  hablar un momento  contigo,  ¿puedes venir al patio?
—si, ya voy.
Me alegra su respuesta y muy emocionada ,me dirijo al patio.

Lo veo venir y cómo  yo, se sienta en una silla que ellos también justo  enfrente mío. Ahora mirándonos cara a cara me armo de valor para hablar con él.
Respiro profundamente —papi, yo sólo  quiero hablar contigo un momento —al ver que no hay respuesta por su parte, sigo hablando—yo se que tu me amas y por eso quieres cuidarme pero ya no soy una bebé,  se diferenciar entre el bien y el mal gracias a la educación que me han dado. Sobre mi novio—noto como se empieza a tensar el ambiente—papá,  el es un buen chico y se preocupan mucho por mi así como tu lo haces, yo solo te pido una oportunidad para que lo conozcas y hables con el. —Me quedo en silencio mirándolo y esperando un respuesta,  se que está  molesto.

—Es muy maduro de tu parte haberme dicho esto y se que soy un poco sobre protector  pero debo serlo, eres mi princesa, la luz de mis ojos y tengo que cuidar este regalo que Dios me dio—dice tomando mis manos —Hija, cuando te vi con ese muchacho sentí mucho enojo tal vez porque  no quiero que te haga daño nunca pero más porque me mentiste—agacha la cabeza demostrando su tristeza— pero si tu quieres que hable con el muchacho, pues lo haré. —suelto un grito apenas audible de felicidad. 
—-Gracias papi, gracias— me levanto a abrazarlo.
—pero espera, a cambio tu tendrás que portarse bien y no te emociones tanto ya que solo voy a hablar con el aun no te he dado permiso de que tengas novio. —¿Es un trato?
—es un trato—No puedo dejar de sonreír. —papi, tambien, por favor perdoname— lo abrazo y el me responde el abrazo.
—Perdóname por haberte golpeado, me dejé llevar por mis emociones.

Marco y sebastian están sentados en la sala de estar, papá  y yo nos unimos a ver peliculas; pedimos comida para almorzar, así transcurre el día  y puedo decir que es uno de los mejores que he tenido en este año.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2019 ⏰

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