Capítulo 6: La cita

72 13 1
                                    

Llegó por fin el día de la cita con Max, el llegó a mi casa a recogerme y de paso papá le echó una ojeada porque no confiaba en él, salimos al cine platicamos de muchas cosas, luego fuimos a cenar, debo admitir que estaba muy nerviosa pero luego me tranquilice, la noche paso rápido y muy tranquila así que la pasé verdaderamente bien porque el es una persona increíble y me hizo sentir muy bien entonces me sentí confiada y segura.
—Naty, gracias por esta noche tan maravillosa la pase increíble a tu lado.
—No Max, gracias a ti por invitarme a salir y hacerme sentir tan bien.
—Siempre te haré sentir así—acaricia mi mejilla con una ternura que hace erizar mi piel, se acerca lentamente a mi y yo muero por dentro ¿en verdad va a hacer lo que creo que hará?
—Oh si—responde mi subconsciente.
Me abraza por la cintura y me besa con una ternura increíble y yo le sigo el beso.
—Buenas noches Naty.
—Buenas noches Max.
Luego solo lo veo irse, entro en casa y subo a mi habitación
No puedo con tanta felicidad en mi corazón, me siento en un cuento de
Hadas porque todo es tan perfecto.

En la escuela siempre estamos juntos y me da besitos, me hace tan feliz. Me compra comida y yo AMO la comida.
El tema de que mi padre acepte a Max, aún está súper complicado porque él no lo quiere para nada y eso a mi me pone triste porque yo imaginó de todo con Max, quiero que mi familia lo conozca, poder salir juntos y hacer muchas cosas pero mi padre me lo impide y me duele. He peleado bastante con mi padre y nos hemos alejado un poco pero bueno cada uno sigue en su camino.
—En momentos así es donde necesito a mi madre, ella es la única que podría entender lo que siento.

Max y yo llevamos un buen tiempo saliendo (claro que sin que mi padre se entere). Todo es tan lindo, nunca me había sentido así y no quiero que acabe todo es simplemente perfecto. Espero que Max se anime a pedirme ser su novia aunque obviose que será un poco difícil por mi papá y el me dice que no hay problema que me quiere y que haría todo por mi.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
El sonido del despertador me saca de mis sueños levantándome de muy muy mal humor, es lunes y odio el lunes porque tengo matemáticas, en fin no le presto atención y me dirijo al baño para arreglarme, luego bajar a tomar el desayuno e irme a la escuela.

El día transcurre normal y lento, Max hoy luce increíble cada día me gusta más. Llegó la hora de la verdad, me armo de muchísima paciencia y entro a clase de matemáticas, es tan aburrida como siempre y últimamente me he tenido que esforzar más porque se me ha dificultado un poco y no puedo darme el lujo de perder esa materia.
Por fin llego a casa y lo primero que hago es llamar a mi mamá, le estoy contando absolutamente todo lo que ha pasado con Max y le digo que la extraño, que la necesito conmigo Apoyándome.
Le ayudo en los deberes a mi hermano porque lo amo y quiero que sea el mejor, a él le va súper bien en todas las materias es muy inteligente.
Le estaba explicando a mi hermano como resolver fracciones cuando recibí un mensaje, miro mi celular y en la pantalla sale un mensaje de Max.

*Mensaje de WhatsApp*
—Hey Naty, ¿que tal una videollamada?
Dios, Dios, Dios
—Claro que si, dame un momento termino de hacer una cosa con mi hermano.
—Dale, no te preocupes.
Y entonces en ese momento corrí demasiado rápido, subí las escaleras corriendo y me caí porque soy muy torpe, me Sobé la pierna y seguí con mi plan de arreglarme pero parecer casual, gracias a Dios logré hacer algo con mi cara.

*Videollamada*
Lo llamé y cuando contestó, estaba despeinado y con su hermosa sonrisa, esa misma que me encanta y me derrite.

—Hola
—¿Qué tal preciosa?
—Muy bien, hace poco estaba ayudándole a Sebas con una tarea.
—Que hermosa mi princesa ayudándole a su hermanito—¡Un momento! ¿me acaba de decir princesa? No puedo evitar sonrojarme—como siempre con un corazón hermoso y en este momento, ¿Que haces?.
—Pues nada, ya sabes alistando todo para un día más de escuela, ¿y tú?
—Pensándote, no hago más últimamente.
—¿Enserio?
—Claro que si, ¿lo dudas?
—Digamos que no soy la más bella, ni la mejor en lo que hago, no entiendo porque te fijarías en mi.
—Porque tienes un corazón muy noble y si me permites quisiera cuidar ese corazón y hacerte feliz—yo solo me quedo en silencio—Naty linda, ¿te gustaría ser mi novia?—mi corazón brincaba de emoción.
—Claro que si Maxi—Así le digo de cariño.
—Prometo hacerte tan feliz como nunca, ahora te dejo porque tenemos que levantarnos temprano, buenas noches mi princesa.
—Buenas noches mi amor—y cuelgo.
Esa noche soñé mil cosas con él, me siento tan feliz, realmente tengo un buen presentimiento.

*Fin de la videollamada*

IndiferenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora