Mi vida escuchando a Lana Del Rey.

Ultraviolence.

Era nuestra última semana en la preparatoria, nuestro últimos suspiros en la preparatoria, Gabriela y yo éramos felices, nos graduaremos juntos, como planeamos.

-Oye, no me jales del brazo. Dijo Gabriela.
-No me gusta que estés tanto tiempo con ese tipo. Respondí un poco enojado.
-Hey, tranquilo no me la voy a comer. Dijo el tipo mirando a Gabriela.
-Que le mirás, imbécil.

Le iba a dar un puñetazo pero Gabriela me detuvo.

-Ya! Tranquilo, vámonos, te ves muy lindo cuando te enojas ¿Sabías? Dijo Gabriela.
-Tranquila, cenaras en mi casa, veremos veremos las películas que quieras, espero y no dormirme como la última vez. Respondí.

Nos despedimos.

-Te veo en la noche, te amo. Respondí con un beso en la frente.
-Eres el mejor, adiós. Dijo Gabriela.

Y al cruzar la calle...

Gabriela.

-¡No!

Desperte en el hospital.

-¿Que me paso? Dije tomándome la cabeza.
-El profesor Cortés se le olvidó poner el freno de mano, solo fue tu pierna quien sufrió más, bueno, en realidad no le paso nada pero tu mamá exagero un poco así que estará  sellada tu pierna y en muletas una semana. Dijo Gabriela.
-No podré bailar contigo en la graduación. Respondí.
-Ya no podrás usar las muletas un día antes, así que no te salvas de bailar conmigo. Dijo Gabriela riéndose.
-Eres muy buena conmigo. Respondí.

Un día antes de la graduación.

-Por fin mamá.
-Era por tu bien hijo, ya paso mañana estarás bailando con Gabriela, estoy felíz por ti, te graduaras y tienes a la novia perfecta para ti. Dijo abrazandome.
-Gracias mamá, te quiero. Respondí.

En la graduación...

-Escucha es "Ultraviolence", bailemos una vez más. Dijo Gabriela tomándome de la mano.

Estábamos en la pista.

-Eres para mi. Le dije al oído.